Por fin, el anuncio de Fénix Ascendiente ha resultado de lo más clarificador. La elección de Las Vegas, una ciudad que no es precisamente extraña para nosotros en nuestros enfrentamientos por el destino de la Humanidad, coincidiendo con la celebración del mayor evento de lucha libre de los Estados Unidos, y seguramente del mundo, es ciertamente un hallazgo. Hay que tener en cuenta que este año será retransmitido para todo el mundo por Netflix. Siguen la vieja estrategia de sus mayores de ocultar a plena vista. En este caso un combate a tres bandas. Un combate, que por mucho que diga lo contrario la arribista, no desentonaría en Wrestlemania. Incluso podriamos discutir hasta qué punto no está guionizado, pues bien podrían tener algún trato los académicos con los cibercriminales de Elysium. Entre pillos anda el juego.
Por la parte que nos toca, ahora que nuestra presencia no está vetada, puedo confirmar la asistencia de nuestra aliada, la ciberguerrera Alice/, a la que la temperamental arribista parece tan empeñada en impresionar con una gran victoria. Un absurdo, una burda excusa para darle un halo de romanticismo a lo que no es más que un ego herido. Es más, sospecho que hay algo tras la elección de Las Vegas, que no tiene nada que ver con la lucha libre y sí con la abundancia de casinos. Intuyo una trampa para su más odiado enemigo. No hace falta ser Sherlock Holmes para intuir que quiere demostrar a Alice que su grupo es el futuro de la corrupta y decadente Academia, y para ello quiere una victoria, cuanto más rotunda mejor. No seremos nosotros los que le arruinemos su fantasía, de eso ya se encargará la tozuda realidad. De momento, organizaremos el viaje, y ya que vamos, asistiremos a ese grandioso evento de la Cultura Pop que es Wrestlemania.
Podéis seguir y apoyar a nuestra aliada Alice Ayers en su cuenta de Instagram:
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