A medida que la batalla por el templo entra en su recta final, la Academia recurre a nuevos y mortales recursos, en este caso se trata de una horda de Zombies. Estos seres son cadáveres reanimados en oscuras ceremonias en las que se sacrifican inocentes a Cthulhu, un ser que juega un papel fundamental en las verdaderas creencias de los historiadores. Antes eran ninjas, gángsters, periodistas del corazón, matones de discoteca,... Aunque en algunos casos el cambio ha sido nimio, ahora son máquinas de matar desprovistas de voluntad propia, carne de cañón para una batalla cruenta. La llegada de este ejército heterogéneo en su origen y homogéneo en su proceder, imbuyó de miedo nuestros corazones, pues a pesar de nuestros grandes poderes, una marea de asesinos de tal calibre encoge el corazón del más valiente.
Así, en nuestro momento más precario, cuando los trolls y los zombies unían sus fuerzas para romper nuestras defensas de una vez por todas, el ruido de una motosierra nos devolvió la Fe. Una sombra se movió entre esa masa de seres informes. Un héroe surgió de entre las tinieblas, con una pose que sólo saben poner los auténticos mitos. Nuestros enemigos se apartaron asustados al reconocerle. De entre nuestras filas salieron Ichigo Kurosaki y Cloud Strife para ayudarle a llegar a nuestra fortaleza. Pero no necesitó su ayuda para abrirse camino. Así es Bruce Campbell. Un hombre que le mira al peligro a los ojos y sonríe. Con él nuestras posibilidades de victoria han ganado enteros. Se acerca el final. Estad atentos, están en camino los últimos refuerzos.
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