Nuestra visión ha sido despojada de cualquier elemento que pueda ser considerado mítico o fantástico, reducida a algo gris y vulgar en el que nuestra mayor aspiración es ganar más dinero para comprar más cosas. No hay sitio para la aventura ni la auténtica pasión en este mundo desangelado. ¿O sí lo hay? Yo creo que tras la fría fachada construida durante siglos por seres amargados permanece un mundo lleno de maravillas y retos, que nos esperan. Este documento sólo es un atisbo del mundo real, no esta mediocridad en la que nos hacen vivir los grandes poderes. La realidad está llena de criaturas increíbles que chocan cada quince minutos, un carrusel de fantasía y emoción que no se detiene nunca. Un lugar en definitiva en el que la vida se vive al máximo. Busquemos ese mundo, el verdadero y escapemos de este pobre cascarón.
Este post va sobre el carnaval, ¿no?
ResponderEliminar