Tengo el enorme place de compartir con vosotros una obra minuciosa de mi buen amigo y colaborador el Bibliotecario, se trata de un repaso completo a la historia. Aunque sostengo ciertas diferencias con esta versión como podréis ver al compararla con los posts sobre la Expediciones aporta una información valiosa. Con el tiempo espero que juntos hallemos la tan preciada Verdad que se oculta bajo el velo del tiempo y los manejos de la Academia.
Prólogo
Aunque la Academia ha conseguido crear una visión histórica consensuada y comúnmente aceptada, a pesar de sus certezas no deja de ser más que la expresión visible de una realidad mucho más compleja y diversa en la que confluyen varias perspectivas espacio-temporales y en la que existen numerosas lagunas, deliberadamente elaboradas para proteger a la humanidad o sencillamente por falta de información fiable.
Lo que sigue es un pequeño y resumido esbozo de la Historia Oculta del Universo, que en su mayor parte se encuentra al margen de la Historia común y aceptada. También es necesario señalar que esta propia visión resumida está debidamente ordenada para que su comprensión sea asequible, sin entrar en las complicadas paradojas cosmológicas y dimensionales que aparecen en tratados como los Fragmentos Pnakóticos. Pero sin duda, después de la lectura de estos ensayos, la visión de la realidad ya no seguirá siendo la misma.
Lo que sigue es un pequeño y resumido esbozo de la Historia Oculta del Universo, que en su mayor parte se encuentra al margen de la Historia común y aceptada. También es necesario señalar que esta propia visión resumida está debidamente ordenada para que su comprensión sea asequible, sin entrar en las complicadas paradojas cosmológicas y dimensionales que aparecen en tratados como los Fragmentos Pnakóticos. Pero sin duda, después de la lectura de estos ensayos, la visión de la realidad ya no seguirá siendo la misma.
1 EL BIG BANG
De forma bastante acertada Stephen Hawking y otros científicos han buscado crear una teoría medianamente coherente sobre la formación del universo, y aunque no lo han conseguido, sí que han conseguido acercarse de forma bastante aproximada a un proceso sobre el que sólo disponemos de información fragmentaria e incompleta.
Hace aproximadamente unos 5.000 millones de años (aunque otras civilizaciones proporcionan cifras variables) se produjo un cataclismo cósmico que daría al universo su configuración actual. No obstante, este cataclismo no sólo fue el principio de una nueva era, sino el final de una batalla de proporciones épicas e inconmensurables comenzada en un tiempo anterior al tiempo conocido.
Aunque a partir de la información conservada resulta poco menos que imposible elaborar un relato detallado, sí podemos establecer un esquema teórico al respecto: dos (o más facciones) se enfrentaron entre sí durante un tiempo indefinido. Resultaría maniqueo y simple definir a ambas como bien y mal, pero ambas consistían en alianzas de seres desconocidos y de los que sólo han sobrevivido leyendas y descripciones inconexas. Finalmente se impuso la facción que hoy conocemos los Arquetípicos, que consiguieron derrotar a una criatura que a falta de un nombre mejor designaremos como Caos Primordial, así como a las huestes que la ayudaban. Caos fue privado de voluntad y conciencia y atrapado en el eje central del universo, donde todavía se retuerce en compañía de varios de sus servidores (son las criaturas conocidas en el Necronomicón como los Flautistas de Azathoth). Sin embargo, la destrucción originada se extendió por el universo, arrasando con civilizaciones enteras. No todos los Arquetípicos sobrevivieron, ni todos los servidores de Caos fueron destruidos. Las secuelas de la destrucción dejaron nubes de materia oscura y agujeros negros por doquier, pero al mismo tiempo, también provocó la aparición de nuevas formas de vida.
2 LA PRIMERA COLONIZACIÓN DE LA TIERRA
Las nuevas civilizaciones (junto con los supervivientes de las antiguas) comenzaron a extender por el universo. Ocasionalmente competían y se enfrentaban entre sí, pero no era un suceso común, pues el universo era demasiado vasto y se encontraba escasamente poblado en aquel período.
Las primeras civilizaciones inteligentes llegaron al Sistema Solar hace unos 4.500 millones de años. Los primeros fueron el pueblo de Cthugha, una raza de seres etéreos y energéticos originarios de la estrella Fomalhault que ardían continuamente. Su aspecto es el de entes elementales de fuego. Instalaron colonias cerca de los núcleos de los planetas del Sistema Solar y situaron una de sus capitales en el Sol.
Hace unos 1.000 millones de años llegó una segunda gran civilización, el pueblo de Leng, una raza extraterrestre que se asentó en lo que actualmente es el Océano Glaciar Antártico. Haciendo uso de material orgánico extraído del fondo de los océanos junto con energías cósmicas y procesos desconocidos crearon un ente orgánico al que llamaron Ubblo-Satha. Toda vida terrestre más compleja que las bacterias o las algas verdeazuladas tiene su origen en esta criatura. Utilizando semillas y tejidos extraídos de Ubblo-Satha el pueblo de Leng crearon una raza de servidores, los shoggoth, a los que utilizaron para crear sus grandes fortalezas y ciudades submarinas. Con el paso del tiempo el pueblo de Leng continúa creando y explotando nuevas formas de vida primitiva, que empleaban como servidores o alimento. Algunos experimentos fueron abandonados o huyeron, desarrollándose por sí mismos, dando lugar a los primeros vertebrados pisciformes y otras formas de vida. Durante esta época comenzaron a formarse los primeros continentes.
La tercera civilización que invadió la tierra fue una raza de pólipos voladores del espacio exterior que hace unos 750 millones de años se asentaron en tierra firme, construyendo grandes ciudades de basalto y materiales volcánicos en la tierra que mucho después se convertiría en Australia, alimentándose de una especie de seres cónicos (no está muy claro si de origen terrestre o traídos por los pólipos).
Hace aproximadamente unos 5.000 millones de años (aunque otras civilizaciones proporcionan cifras variables) se produjo un cataclismo cósmico que daría al universo su configuración actual. No obstante, este cataclismo no sólo fue el principio de una nueva era, sino el final de una batalla de proporciones épicas e inconmensurables comenzada en un tiempo anterior al tiempo conocido.
Aunque a partir de la información conservada resulta poco menos que imposible elaborar un relato detallado, sí podemos establecer un esquema teórico al respecto: dos (o más facciones) se enfrentaron entre sí durante un tiempo indefinido. Resultaría maniqueo y simple definir a ambas como bien y mal, pero ambas consistían en alianzas de seres desconocidos y de los que sólo han sobrevivido leyendas y descripciones inconexas. Finalmente se impuso la facción que hoy conocemos los Arquetípicos, que consiguieron derrotar a una criatura que a falta de un nombre mejor designaremos como Caos Primordial, así como a las huestes que la ayudaban. Caos fue privado de voluntad y conciencia y atrapado en el eje central del universo, donde todavía se retuerce en compañía de varios de sus servidores (son las criaturas conocidas en el Necronomicón como los Flautistas de Azathoth). Sin embargo, la destrucción originada se extendió por el universo, arrasando con civilizaciones enteras. No todos los Arquetípicos sobrevivieron, ni todos los servidores de Caos fueron destruidos. Las secuelas de la destrucción dejaron nubes de materia oscura y agujeros negros por doquier, pero al mismo tiempo, también provocó la aparición de nuevas formas de vida.
2 LA PRIMERA COLONIZACIÓN DE LA TIERRA
Las nuevas civilizaciones (junto con los supervivientes de las antiguas) comenzaron a extender por el universo. Ocasionalmente competían y se enfrentaban entre sí, pero no era un suceso común, pues el universo era demasiado vasto y se encontraba escasamente poblado en aquel período.
Las primeras civilizaciones inteligentes llegaron al Sistema Solar hace unos 4.500 millones de años. Los primeros fueron el pueblo de Cthugha, una raza de seres etéreos y energéticos originarios de la estrella Fomalhault que ardían continuamente. Su aspecto es el de entes elementales de fuego. Instalaron colonias cerca de los núcleos de los planetas del Sistema Solar y situaron una de sus capitales en el Sol.
Hace unos 1.000 millones de años llegó una segunda gran civilización, el pueblo de Leng, una raza extraterrestre que se asentó en lo que actualmente es el Océano Glaciar Antártico. Haciendo uso de material orgánico extraído del fondo de los océanos junto con energías cósmicas y procesos desconocidos crearon un ente orgánico al que llamaron Ubblo-Satha. Toda vida terrestre más compleja que las bacterias o las algas verdeazuladas tiene su origen en esta criatura. Utilizando semillas y tejidos extraídos de Ubblo-Satha el pueblo de Leng crearon una raza de servidores, los shoggoth, a los que utilizaron para crear sus grandes fortalezas y ciudades submarinas. Con el paso del tiempo el pueblo de Leng continúa creando y explotando nuevas formas de vida primitiva, que empleaban como servidores o alimento. Algunos experimentos fueron abandonados o huyeron, desarrollándose por sí mismos, dando lugar a los primeros vertebrados pisciformes y otras formas de vida. Durante esta época comenzaron a formarse los primeros continentes.
La tercera civilización que invadió la tierra fue una raza de pólipos voladores del espacio exterior que hace unos 750 millones de años se asentaron en tierra firme, construyendo grandes ciudades de basalto y materiales volcánicos en la tierra que mucho después se convertiría en Australia, alimentándose de una especie de seres cónicos (no está muy claro si de origen terrestre o traídos por los pólipos).
3 LAS PRIMERAS GUERRAS
En principio, a pesar de sus ocasionales roces, los Sheddhim de Cthugha, el pueblo de Leng y los pólipos volantes coexistían relativamente en paz ya que habitaban en lugares muy diferentes: el núcleo terrestre, las profundidades marinas y los primeros continentes. La paz se rompió hace unos 400 millones de años debido a la llegada de nuevas razas y civilizaciones del espacio exterior.
La Gran Raza del planeta Yith, que había descubierto los secretos para viajar a través del tiempo, y que se creía destruida durante el Big Bang reapareció repentinamente en la Tierra. No está muy claro si los yithianos venían del espacio exterior o si habían colonizado previamente la tierra antes del gran cataclismo. En cualquier caso, invadieron los cuerpos de los seres cónicos que servían de alimento a los pólipos volantes y los dotaron de gran inteligencia. Tomados por sorpresa, los pólipos fueron derrotados y encerrados en grandes ciudades subterráneas. Los yithianos también rechazaron las incursiones de los lengnitas y sheddim en la superficie terrestre.
Hace unos 350 millones de años se formaron los grandes continentes de Pangea y Mu, este último situado sobre el actual océano pacífico. Paralelamente una civilización procedente del lejano sistema solar de Xot, dirigida por el sumo sacerdote Cthulhu, se apoderaron del continente de Mu. Cthulhu y los lengnitas comenzaron una guerra por el control de la tierra.
Nuevos servidores de Caos y civilizaciones extraterrestres comenzaron a asentarse en el sistema solar. Muchos huían de los Arquetípicos y sus servidores. A su vez los Arquetípicos se asentaron en el planeta Rorg, situado en la órbita entre Marte y Júpiter.
La guerra entre los Arquetípicos y los servidores de Caos, también llamados Primigenios, resultó devastadora. En un último esfuerzo por derrotar a sus enemigos, los Arquetípicos sacrificaron toda la energía del planeta Rorg, que estalló en miles de pedazos (dando lugar al cinturón de asteroides del Sistema Solar), pero el poder desatado resultó efectivo: el continente de Mu quedó sepultado bajo las aguas, atrapando a Cthulhu y sus servidores, Cthugha y los Sheddin fueron desterrados del Sistema Solar, regresando a Fumalhault, y otros muchos Primigenios resultaron encerrados en otras dimensiones, limitando su acceso al plano terrestre.
La Gran Raza del planeta Yith, que había descubierto los secretos para viajar a través del tiempo, y que se creía destruida durante el Big Bang reapareció repentinamente en la Tierra. No está muy claro si los yithianos venían del espacio exterior o si habían colonizado previamente la tierra antes del gran cataclismo. En cualquier caso, invadieron los cuerpos de los seres cónicos que servían de alimento a los pólipos volantes y los dotaron de gran inteligencia. Tomados por sorpresa, los pólipos fueron derrotados y encerrados en grandes ciudades subterráneas. Los yithianos también rechazaron las incursiones de los lengnitas y sheddim en la superficie terrestre.
Hace unos 350 millones de años se formaron los grandes continentes de Pangea y Mu, este último situado sobre el actual océano pacífico. Paralelamente una civilización procedente del lejano sistema solar de Xot, dirigida por el sumo sacerdote Cthulhu, se apoderaron del continente de Mu. Cthulhu y los lengnitas comenzaron una guerra por el control de la tierra.
Nuevos servidores de Caos y civilizaciones extraterrestres comenzaron a asentarse en el sistema solar. Muchos huían de los Arquetípicos y sus servidores. A su vez los Arquetípicos se asentaron en el planeta Rorg, situado en la órbita entre Marte y Júpiter.
La guerra entre los Arquetípicos y los servidores de Caos, también llamados Primigenios, resultó devastadora. En un último esfuerzo por derrotar a sus enemigos, los Arquetípicos sacrificaron toda la energía del planeta Rorg, que estalló en miles de pedazos (dando lugar al cinturón de asteroides del Sistema Solar), pero el poder desatado resultó efectivo: el continente de Mu quedó sepultado bajo las aguas, atrapando a Cthulhu y sus servidores, Cthugha y los Sheddin fueron desterrados del Sistema Solar, regresando a Fumalhault, y otros muchos Primigenios resultaron encerrados en otras dimensiones, limitando su acceso al plano terrestre.
¡Valla Toalla!
ResponderEliminarHe de reconocer que este texto me ha sorprendido. Más allá de los desvaríos, conjeturas y fabulaciones maravillosas - por improbables, nada más - del ahora llamado Bibliotecrio despuntan, no obstante, algunos elementos de justa historicidad que nunca hubiese esperado de un colaborador de este bienllamado 'foro de patanes', y, menos aún, del propio Mr. Steiner (algo que, por otra parte, ha dejado de nuevo muy claro con sus calumnias e insultos a modo de polémica presentación). La paulatina conversión al lado oscuro del que una vez fue nuestro igual, no ha podido enmascarar la voluntad de verdad y justicia histórica que antaño veneró como sus máximas vitales. Las muchas lineas de relleno y pedorreta cerebral son, en realidad, sólo eso. El Bibliotecario es un hombre ingenioso, y se sirve de su oratoria fantástica y de la credulidad de un público fiel y entregado para perpetuarse como Capitán de esta horda de cuentistas.
Mi condición como miembro de la Academia es posterior a la repentina escisión del ahora llamado Bibliotecario. Algunos decanos aún hablan de él. Lo que verdaderamente me ha sorprendido del presente escrito ha sido, sobretodo, el tono conciliador de nuestro querido Bibliotecario. ¿Acaso piensa entonar el mea culpa ahora que el enfrentamiento final se aproxima?
Su prólogo comienza reconociendo nuestra valía y la de la magna Institución por la que luchamos, aludiendo a una "visión histórica consensuada y comúnmente aceptada". Frente a las claras descalificaciones de Mr. Steiner y compañía, que hasta ahora nos ponían en el mismo saco de borricos y troleros, el Bibliotecario habla de nuestras "certezas históricas", aunque a continuación apunta que son la "expresión visible de una realidad más compleja". Evidentemente, coincido con nuestro enemigo en que la historia es más compleja que aquello que, de modo resumido, vemos en los libros. Es imposible resumir 5000 años de datos en uno o varios volúmenes escritos. Pero no por conciso lo expuesto en los libros de historia es menos verdadero. Coincide nuevamente en que nuestra historia es la verdad visible. Por desgracia debo rechazar su renuncia al método científico. Las fabulaciones constantemente repetidas en este foro no son más verdaderas por repetirlas hasta la saciedad, sino que pasan necesariamente por su constatación empírica. Nuestra posición como adalides de la verdad nos exige cautela a la hora de formar opiniones y comentarios comprometedores.
Por último, el Bibliotecario plantea una noble dicotomía: ¿las supuestas lagunas históricas son para proteger a la humanidad o - atentos a esta diametral disyuntiva - por falta de INFORMACIÓN FIABLE? Ha de ser por esto último, querido Bibliotecario.
Me sorprende que el mentiroso Steiner ¿o era Esteiner? le haya consentido tales insinuaciones sin poner el grito en el cielo. Al fin y a cabo, estamos bajo el reinado de Steiner o del "todo vale".
¡Larga vida a la Academia, por justicia!
El Paladín de la Academia.
P.D.: Nombrar a Hawking como mecanismo recurrente de credibilidad científica aporta un flaco referente histórico. Las caóticas primeras lineas del 'prólogo universal' del señor Bibliotecario se hunden bajo su propia necesidad de "aparentar". ¿Stephen Hawking?¿Y que ocurre con Lemaître, Vesto Slipher, Hubble y muchos otros? Bibliotecario..., que ya no somos niños...