De la caída de Atalanta y de la Última Flota surgieron varias civilizaciones. Prometeo desapareció, aunque se dice que varios Arquetípicos lo castigaron por haber compartido su conocimiento con los hombres. En cualquier caso, los aliados de Prometeo dividieron la Última Flota y crearon varias civilizaciones nuevas, concentrándose las más importantes en el Mediterráneo y Oriente Medio. Entre los aliados de Prometeo se encontraban Hermes, Isis y Shaitan.
Los Arquetípicos supervivientes fluyeron a estas nuevas civilizaciones, adoptando las formas de los dioses locales. En general procuraban guiar en lugar de gobernar abiertamente, y salvo excepciones no volvieron a utilizar la arrogante tiranía de Atalanta. Para ayudar a la humanidad los Arquetípicos invocaron a nuevas razas extraterrestres, para que compartieran su conocimiento con los humanos. Algunas de estas razas llegarían a habitar la Tierra. Sin embargo, aprovechando la debilidad de los Arquetípicos muchas razas servidoras de Caos también se extendieron por el mundo, como los miri-nigri del Tíbet.
Los llamados Proyectos fueron expediciones de intercambio entre la humanidad y sus benefactores. Muchas de las nuevas civilizaciones humanas florecían sin intervención ajena, pero con la ayuda de los Arquetípicos se extendieron y prosperaron. Las principales bases de los Arquetípicos en torno al Mediterráneo (pero también disponían de otras en las profundidades de África, el Lejano Oriente y América) se encontraban en Delos (Delfos), Annu (Khem) y Enoch (Mesopotamia).
Delos en el Mar Egeo se convirtió en una base neutral, punto de encuentro y diplomacia entre los distintos Arquetípicos, así como embajadores de civilizaciones humanas y extraterrestres. Fue también en este lugar donde Hermes, Isis y Shaitan colaboraron conjuntamente y crearon el Códice de Delos, un compendio de sabiduría en el que inscribieron poderosos hechizos, entre ellos el Hechizo de la Vida, el secreto que al parecer había utilizado la civilización de Leng para crear las primeras formas vivientes.
Los Arquetípicos supervivientes fluyeron a estas nuevas civilizaciones, adoptando las formas de los dioses locales. En general procuraban guiar en lugar de gobernar abiertamente, y salvo excepciones no volvieron a utilizar la arrogante tiranía de Atalanta. Para ayudar a la humanidad los Arquetípicos invocaron a nuevas razas extraterrestres, para que compartieran su conocimiento con los humanos. Algunas de estas razas llegarían a habitar la Tierra. Sin embargo, aprovechando la debilidad de los Arquetípicos muchas razas servidoras de Caos también se extendieron por el mundo, como los miri-nigri del Tíbet.
Los llamados Proyectos fueron expediciones de intercambio entre la humanidad y sus benefactores. Muchas de las nuevas civilizaciones humanas florecían sin intervención ajena, pero con la ayuda de los Arquetípicos se extendieron y prosperaron. Las principales bases de los Arquetípicos en torno al Mediterráneo (pero también disponían de otras en las profundidades de África, el Lejano Oriente y América) se encontraban en Delos (Delfos), Annu (Khem) y Enoch (Mesopotamia).
Delos en el Mar Egeo se convirtió en una base neutral, punto de encuentro y diplomacia entre los distintos Arquetípicos, así como embajadores de civilizaciones humanas y extraterrestres. Fue también en este lugar donde Hermes, Isis y Shaitan colaboraron conjuntamente y crearon el Códice de Delos, un compendio de sabiduría en el que inscribieron poderosos hechizos, entre ellos el Hechizo de la Vida, el secreto que al parecer había utilizado la civilización de Leng para crear las primeras formas vivientes.
7 LA GUERRA DE TÁRTARO
Pero Shaitan tenía otros planes. Había aprendido mucho de sus compañeros y desea el Hechizo de la Vida para crear servidores propios, pues consideraba que los humanos eran débiles y poco fiables. En un acto de traición, robó el Códice de Delos y con la ayuda de aliados y servidores creó nuevas razas. Pero ya fuera porque carecía del conocimiento suficiente o porque en su afán de moldear un servidor perfecto había alterado la naturaleza del Hechizo, Shaitan creó varias razas de monstruos: demonios, djinn, gigantes, nefilim, etones y otros nombres. No está muy claro de donde sacó la materia prima, aunque algunos eruditos afirman que corrompió a varios humanos o empleó tejidos de los últimos shoggots. En cualquier caso, el resultado fue terrorífico. Los demás Arquetípicos ordenaron a Shaitan que les entregara el Códice de Delos y la guerra se hizo inevitable. Fue larga y terrible, pero finalmente Shaitan (también conocido como Tártaro) fue derrotado, y muchos de sus servidores destruidos. Sin embargo, el Códice de Delos desapareció.
El episodio crucial de la guerra fue la destrucción de la base de Delos. La isla en que estaba situada estalló, provocando un maremoto y un cataclismo que destruyó la civilización minoica. Los Arquetípicos supervivientes, guiados por Zeus y sus lugartenientes (entre los que se encontraba Hermes) crearon una nueva base en los Balcanes, a la que llamaron Olimpo.
El episodio crucial de la guerra fue la destrucción de la base de Delos. La isla en que estaba situada estalló, provocando un maremoto y un cataclismo que destruyó la civilización minoica. Los Arquetípicos supervivientes, guiados por Zeus y sus lugartenientes (entre los que se encontraba Hermes) crearon una nueva base en los Balcanes, a la que llamaron Olimpo.
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