Nuestro mundo está lleno de sorpresas, de seres que constantemente desafían los rígidos límites de la realidad que nos ha impuesto la Academia, libres pisan con descaro las mismas lineas imaginarias que la gente corriente respeta con temor y sumisión. Por eso cuando actúan, aunque sea en lugar tan habitados y céntricos como Nueva York la verdadera autoridad, no esa gente insignificante a la que elegimos en las urnas, ordena a unas de sus muchas marionetas, los medios de comunicación, que tapen la noticia. En este caso la gente podría ver a un ciudadano como ellos que ha dicho basta y ha decidido proteger a sus prójimos de los criminales. No quieren que veáis esto, tienen miedo de perder el monopolio de la seguridad, ¿o debería decir inseguridad? El régimen de terror en el que vivimos les permite adaptar la leyes a su gusto laminando nuestros derechos. Si le sacan tan jugosos réditos a la actuación de esos mismos a los que dicen perseguir, ¿podemos confiar en que las fuerzas de seguridad están ahí para protegernos? Yo nunca me he fiado de la policía o el sistema judicial, por eso aliento a cualquiera que lea esto a imitar el superhéroe del vídeo. necesitamos héroes, no devoradores abúlicos de donuts.
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