lunes, febrero 11, 2008

Viaje a Zyga'Rhon Parte 9


Con nuestra propósito reformulado reemprendimos el viaje no sin antes rendir un sentido tributo a Zarkhon, el último guerrero elegido por las Tormentas. Bajo la sombra de su monumento prometí que no cejaría hasta romper las cadenas que atan a los habitantes de Zyga'Rhon. Cuando pisé su árido suelo buscaba la salvación de la Tierra, a partir de entonces mi objetivo se volvió más ambicioso. No bastaba con expulsar a los Grises de nuestra planeta, debíamos terminar con su opresión asfixiante allá donde se encontraran.

Caminamos entre las zarzas a través de largos senderos, vimos a los habitantes de la raza caminante de Zyga'Rhon trabajar sin descanso para abastecer a sus amos. Quise parar a ayudarlos pero Jenna me dijo que no era el momento. Sabiendo que me esperaban más pruebas e intuyendo que estarían relacionadas con la gente a la que quería ayudar seguí caminando. Llegamos al final de las plantaciones de zarzas y nos desviamos a una pequeña colina. Desde su cima se divisaban las plantaciones a un lado y minas a campo abierto en el otro. A primera vista no se apreciaban soldados de los Grises pero las apariencias engañan pues pronto apreciamos unos pájaros de mal agüero que vigilaban atentamente a los trabajadores.

Jenna Starblade señaló a los desvalidos habitantes de Zyga'Rhon.

-Esta será tu segunda prueba, si la primera fue sobre tu empatía esta versará sobre tu capacidad de liderazgo. Si queremos liberarlos de sus cadenas externas primero deberemos romper aquellas que atenazan sus espíritus. Ahora son poco más que cáscaras vacías. Te ayudaremos a hacerlo pero tú debes ser el que lleve el mando.

Mesé mi barba y jugueteé con mi vieja pipa, compañera de cien aventuras. Ante mí se me presentaba un reto al que no era del todo nuevo pues estoy acostumbrado a infundir ánimos en audiencias cuya mente ha sido adocenada por la Academia. Sin embargo aquí el riesgo al que se enfrentarían era más evidente y entonces supe como debía hacerlo.

-Seguidme, les dije con tono confiado a mis aliados. Con paso ágil nos acercamos a una de las explotaciones mineras a cielo abierto. Lancé mi mejor mirada desafiante a los pajarracos que no perdían detalle de nuestros movimientos. A un gesto mío, Rob, Esteban y Jenna abatieron cada uno a uno de esos engendros. Los otros más cercanos emprendieron vuelo para informar a sus superiores, a los que dada su avanzada tecnología ya suponía más que al tanto de lo que estaba sucediendo.

-Escuchadme hijos de Zyga'Rhon, esperé unos segundos a que Jenna lo tradujera con su imponente y a la vez cautivadora voz. Vengo de un planeta lejano para combatir a nuestros enemigos comunes, los Grises. Ellos, que os han arrebatado lo que os pertenece por derecho han puesto sus avariciosos ojos en mi hogar y no pienso permitir que lo mancillen. Me entristece ver lo que han perpetrado en este planeta y más tras oír sus gloriosa historia. El Clan de las Tormentas debe levantarse de nuevo, los tiranos son vulnerables, al igual que hemos abatido a sus vigías derribaremos sus naves.

Al principio no me prestaban atención pero la voz de Jenna Starblade junto a mis palabras empezó a calar en ellos, pude ver las lágrimas de rabia largamente reprimida, los puños cerrados por una furia que la palabras no pueden alcanzar a describir. Cuando terminé de hablar uno de ellos, joven, con el pelo del color del maíz y un gesto de orgullo renacido me espetó.

-¿Y cómo piensas hacer todo eso?

Antes de que pudiera responder, Jenna me susurró algo al oído.

- Con esto, dije con una sonrisa de oreja a oreja.

Por encima de nosotros en el cielo pálido de Zyga'Rhon se materializaron de la nada una grupo de diez cruceros de guerra de la Expedición produciendo el mismo ruido que las Tormentas que antaño recorrían libremente la superficie del planeta. Una explosión de júbilo se apoderó de los habitantes de Zyga'Rhon y Jenna susurró Prueba superada.

Continuará...

1 comentario:

  1. Sin duda alguna la mejor entrega hasta la fecha.
    S U B L I M E

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