Finalizadas las festividades de la Semana Santa que irónicamente celebran como los que más los teóricamente ateos y escépticos miembros de la Academia han vuelto a abrir las puertas de sus cementerios del saber. Audaz como sólo puede serlo el que sabe que tiene la Verdad de su parte regresé al mismo lugar y me paseé con la cabeza bien alta delante de sus sicarios y otras criaturas innombrables que esconden al público.
Esta vez pude entrar y usando mi indudable carisma y capacidad de convicción convencí a los pobres desdichados que atienden por un sueldo mínimo y en condiciones de esclavitud la conserjería de ese inmundo lugar de que era el afamado científico Jonas Rasmussen IV, de la Universidad Politécnica de Oslo y que venía a preparar una conferencia sobre la generación espontánea de cadenas de proteínas en ambientes extremos. Entre una lluvia de disculpas me llevaron hasta un despacho que estaba temporalmente libre y sin comprobar ni mi identidad ni si existía dicha conferencia se fueron dejándome solo con un ordenador con libre acceso a las bases de datos de la Academia.
Ah, cuan ingenuos son los siervos de la Academia, están tan acostumbrados a seguir órdenes que no entienden, a ser pisoteados como alimañas que han perdido la capacidad de pensar por sí mismos, de cuestionar a cualquiera que se dirija a ellos con tono autoritario. Es su talón de Aquiles.
Entre los papeles que tenía desperdigados por la mesa el habitual ocupante del despacho, un golfo de mucho cuidado viendo a qué dedicaba su tiempo de "trabajo" y el ordenador he podido acceder a documentos muy jugosos sobre la estructura de la Bestia, su jerarquía secreta, sus experimentos pero hace falta más, debo acceder a los archivos de los Grises. Espero recibir noticias pronto al respecto de mis aliados. Mientras tanto tengo que estudiar a fondo estos documentos.
Salir fue tan fácil como entrar y me permití hacer alguna inocente gamberrada desde la cuenta de correo de ese ocioso académico, estoy seguro de que su vida será más divertida durante una temporada.
¡Por Isis!
Esta vez pude entrar y usando mi indudable carisma y capacidad de convicción convencí a los pobres desdichados que atienden por un sueldo mínimo y en condiciones de esclavitud la conserjería de ese inmundo lugar de que era el afamado científico Jonas Rasmussen IV, de la Universidad Politécnica de Oslo y que venía a preparar una conferencia sobre la generación espontánea de cadenas de proteínas en ambientes extremos. Entre una lluvia de disculpas me llevaron hasta un despacho que estaba temporalmente libre y sin comprobar ni mi identidad ni si existía dicha conferencia se fueron dejándome solo con un ordenador con libre acceso a las bases de datos de la Academia.
Ah, cuan ingenuos son los siervos de la Academia, están tan acostumbrados a seguir órdenes que no entienden, a ser pisoteados como alimañas que han perdido la capacidad de pensar por sí mismos, de cuestionar a cualquiera que se dirija a ellos con tono autoritario. Es su talón de Aquiles.
Entre los papeles que tenía desperdigados por la mesa el habitual ocupante del despacho, un golfo de mucho cuidado viendo a qué dedicaba su tiempo de "trabajo" y el ordenador he podido acceder a documentos muy jugosos sobre la estructura de la Bestia, su jerarquía secreta, sus experimentos pero hace falta más, debo acceder a los archivos de los Grises. Espero recibir noticias pronto al respecto de mis aliados. Mientras tanto tengo que estudiar a fondo estos documentos.
Salir fue tan fácil como entrar y me permití hacer alguna inocente gamberrada desde la cuenta de correo de ese ocioso académico, estoy seguro de que su vida será más divertida durante una temporada.
¡Por Isis!
Estimado colega Von Steiner. He descubierto recientemente esta bitácora suya y quisiera decirle que me alegro de que haya gente que busque el verdadero conocimiento sin miedo a los prejuicios o a que le tachen de excéntrico. Espero poder colaborar con usted en un futuro próximo.
ResponderEliminarLe felicito también por el valor que ha demostrado en esta última incursión.
Sin más, me despido de usted, deseando que publique pronto los resultados de la información que haya podido conseguir.
¡Bondad graciosa! De sobremanera me desagrada que haya usurpado mi identidad para sus espúreos intereses. A interponerle una demanda me dirijo presto y la Academia será la menor de sus preocupaciones.
ResponderEliminarSiéntase como en casa señor Griffin,aquí podrá discutir con plena libertad de cualquier tema sin cortapisas ni prejuicios. Le recomiendo que eche un vistazo al archivo del blog, las etiquetas pueden servir de ayuda a la hora de buscar un tema en concreto. Varias hacen referencias a aventuras que he vivido y vivo actualmente.
ResponderEliminarEn cuanto al que afirma ser Jonas Rasmussen IV estaré encantado de verle en el juzgado si es que se atreve a presentar la demanda. Haga caso de un veterano en este tipo de lides, déjelo, sólo gastará dinero y tiempo para no lograr nada. Al final la Verdad triunfa.