La Historia no es un camino recto regido por reglas unívocas, es algo cambiante e impredecible, que sólo podemos intentar entender después de haberla vivido. Es solo entonces cuando podemos echar la vista atrás y reflexionar sobre las complejas relaciones entre los hechos y nuestra influencia en su devenir. Comprendo la preocupación de mis aliados al ver mi "alianza" con un sector de la Academia que combate a los Grises. Nunca pensé que me vería en semejante trance pero si la salvación de la Tierra pasa porque trague este amargo cáliz así sea.
Los cuatro nos dirigimos con presteza a nuestra siguiente parada en esta carrera contrarreloj. El lugar era algo diferente a lo que esperábamos. En lugar de un edificio ante nosotros se levantaba un laberinto en forma de espiral y frente a él, una placa circular, sin duda un panel de mando. Su apariencia frágil y desprotegida nos hizo sospechar. Nos pusimos en posición de combate a tiempo para ver como se materializaban unos esbirros de los Grises.
Había de dos tipos, unos altos de brazos largos cuya piel parecía hecha de brea sin ojos y otros bajitos de cuatro brazos, orejas puntiaguda, dientes afilados que sobresalían fuera de sus torcidas bocas y un brillo de inconfundible malicia en sus pequeños ojos amarillos. Los primeros atacaban lanzando la viscosa sustancia de la que parecían estar hechos con una precisión envidiable que llevaba a pensar que su sentido de la vista no precisaba de ojos. Los otros eran más amigos del cuerpo a cuerpo aunque evitaban el combate en solitario.
El Bibliotecario y yo erigimos campos de fuerza en torno a nuestro cuerpos protegiéndonos del efecto corrosivo de la "brea" extraterrestre. Jenna Starblade y Rob Larroca se encargaban mientras tanto de los molestos y chillones enanos. Algunos de ellos parecían reconocer a nuestra guerrera interestelar, cuya espada cortaba sus miembros como si fueran de mantequilla. Los más altos corrieron en su ayuda pero el guante de mi buen amigo el Bibliotecario les tenía reservada una sorpresa. Sus pies, petrificados quedaron atrás clavado al suelo. Desprovisto de punto de apoyo se derrumbaron.
La huida del resto fue caótica, se dirigieron al centro de la espiral y desaparecieron dejando a sus caídos camaradas. Libres ya de esa molestia estudiamos el panel. Tal como sospechábamos se trataba de un panel de acceso, similar en función a los que habíamos visto en las sedes de la Academia pero de una tecnología más avanzada. Jenna Starblade, dada su experiencia previa con los Grises se puso manos a la obra para poder entrar en las bases de datos de nuestros enemigos.
Dada la ocmplejidad de la tarea el resto pudimos tomarnos un descanso. Consulté mi correo y ahí tenía un suculento mensaje de la sensual Masuimi Max concerniente a la Academia. En él proporcionaba datos que completaban lo dicho por la Baronesa. Los Regentes son doce y están divididos en tres grupos: Pro-Grises, Anti-Grises e indecisos, en este último situaba la Baronesa a nuestro viejo enemigo Sir Edward Holst. El pacto con los Grises de una parte de la Academia ya es de dominio público entre los altos estamentos. La mayoría ahora sólo busca apuntarse al caballo ganador, sea cual sea sin importar el precio a pagar. Sólo unos pocos lo hacen por convicción propia.
Lo más interesante de esta crisis sin embargo es la motivación del bando Pro-Gris, parece que les han ofrecido algo los Grises, algo por lo que estarían dispuestos a pagar con la Tierra y esa información está en los ordenadores de los Grises a un golpe de ratón, figuradamente hablando. hay rumores de profecías, de que algún Regente ha ocultado sus verdaderas creencias adoptando la ortodoxia de la organización como un barniz. Apuntan a un Regente japonés que estaría obsesionado con el "renacer" de la humanidad, pero todo esto son de momento conjeturas. Aunque tiendo a pensar que son más ciertas de lo que me gustaría.
También hay una fecha para el estallido de la Crisis Mundial, el 15 de mayo. Ese día los Grises se quitarán la máscara y forzarán su mano dentro de la Academia. De que bando gane dependerá el destino de nuestro planeta. Parece que el sistema de seguridad de los despiadados Grises cede, mañana sabréis que se esconde en sus archivos confidenciales. A una hora semejante, en el mismo blog.
¡Por Isis!
Los cuatro nos dirigimos con presteza a nuestra siguiente parada en esta carrera contrarreloj. El lugar era algo diferente a lo que esperábamos. En lugar de un edificio ante nosotros se levantaba un laberinto en forma de espiral y frente a él, una placa circular, sin duda un panel de mando. Su apariencia frágil y desprotegida nos hizo sospechar. Nos pusimos en posición de combate a tiempo para ver como se materializaban unos esbirros de los Grises.
Había de dos tipos, unos altos de brazos largos cuya piel parecía hecha de brea sin ojos y otros bajitos de cuatro brazos, orejas puntiaguda, dientes afilados que sobresalían fuera de sus torcidas bocas y un brillo de inconfundible malicia en sus pequeños ojos amarillos. Los primeros atacaban lanzando la viscosa sustancia de la que parecían estar hechos con una precisión envidiable que llevaba a pensar que su sentido de la vista no precisaba de ojos. Los otros eran más amigos del cuerpo a cuerpo aunque evitaban el combate en solitario.
El Bibliotecario y yo erigimos campos de fuerza en torno a nuestro cuerpos protegiéndonos del efecto corrosivo de la "brea" extraterrestre. Jenna Starblade y Rob Larroca se encargaban mientras tanto de los molestos y chillones enanos. Algunos de ellos parecían reconocer a nuestra guerrera interestelar, cuya espada cortaba sus miembros como si fueran de mantequilla. Los más altos corrieron en su ayuda pero el guante de mi buen amigo el Bibliotecario les tenía reservada una sorpresa. Sus pies, petrificados quedaron atrás clavado al suelo. Desprovisto de punto de apoyo se derrumbaron.
La huida del resto fue caótica, se dirigieron al centro de la espiral y desaparecieron dejando a sus caídos camaradas. Libres ya de esa molestia estudiamos el panel. Tal como sospechábamos se trataba de un panel de acceso, similar en función a los que habíamos visto en las sedes de la Academia pero de una tecnología más avanzada. Jenna Starblade, dada su experiencia previa con los Grises se puso manos a la obra para poder entrar en las bases de datos de nuestros enemigos.
Dada la ocmplejidad de la tarea el resto pudimos tomarnos un descanso. Consulté mi correo y ahí tenía un suculento mensaje de la sensual Masuimi Max concerniente a la Academia. En él proporcionaba datos que completaban lo dicho por la Baronesa. Los Regentes son doce y están divididos en tres grupos: Pro-Grises, Anti-Grises e indecisos, en este último situaba la Baronesa a nuestro viejo enemigo Sir Edward Holst. El pacto con los Grises de una parte de la Academia ya es de dominio público entre los altos estamentos. La mayoría ahora sólo busca apuntarse al caballo ganador, sea cual sea sin importar el precio a pagar. Sólo unos pocos lo hacen por convicción propia.
Lo más interesante de esta crisis sin embargo es la motivación del bando Pro-Gris, parece que les han ofrecido algo los Grises, algo por lo que estarían dispuestos a pagar con la Tierra y esa información está en los ordenadores de los Grises a un golpe de ratón, figuradamente hablando. hay rumores de profecías, de que algún Regente ha ocultado sus verdaderas creencias adoptando la ortodoxia de la organización como un barniz. Apuntan a un Regente japonés que estaría obsesionado con el "renacer" de la humanidad, pero todo esto son de momento conjeturas. Aunque tiendo a pensar que son más ciertas de lo que me gustaría.
También hay una fecha para el estallido de la Crisis Mundial, el 15 de mayo. Ese día los Grises se quitarán la máscara y forzarán su mano dentro de la Academia. De que bando gane dependerá el destino de nuestro planeta. Parece que el sistema de seguridad de los despiadados Grises cede, mañana sabréis que se esconde en sus archivos confidenciales. A una hora semejante, en el mismo blog.
¡Por Isis!
¡Al carajo, pendejos!
ResponderEliminarA quien coño le importa el mundo, los grises o la madre que los parió a todos......, quien puede luchar con la foto de esas dos peras justo en frente de los ojos...... Oh, mamá!!
Ahora que, si los enanos grises esos de los cojones quieren acabar con el mundo y privarnos de magníficas frivolidades como ese cuerpo serrano de nuestro señor, se van a enterar de lo que vale un puto (en)peine, porque les voy a meter la bota hasta el duodeno.
Mamma, mamma mía...
el 15 de Mayo...¡a dos días de mi cumple! ke no me lo jodannnnnnn! >_<
ResponderEliminarsaludos^^... y alguna ke otra foto os la tendrían ke hacer con flash, ke sois héroes, coño, hay ke lucir!
Si ese canalla mentiroso y manipulador de Holst es de los que mantienen una actitud de indecisión ante la llegada de los grises, temo de pensar de qué actitud harán gala y qué movimientos habran hecho los que sí son sus partidarios.
ResponderEliminarAguardo con sumo interés la informaicón que consigas extraer de las bases de datos de los grises, amigo Patrick. Tengo especial curiosidad y temor a cerca de lo que los grises hayan podido afrecer a los académicos a cambio de la Tierra.
En cualquier caso, ya hay una fecha dada para el estallido de la crisis. Espero que el tiempo sea suficiente para ultimar los preparativos.
¡Por Brigit!
Tenga cuidado, querido Patrick. La baronesa parece pertenecer al clan de la puñalada trapera. Por otra parte, El señor Holst debe estar "ocupado", pues no sabemos nada de su persona desde hace tiempo, exceptuando un furtivo daguerrotipo.
ResponderEliminarPersonalmente, le recomiendo los servicios de una sílfide que trabaja actualmente de agente libre. Le envío toda la información necesaria de Miss Aniela en una carta lacrada con mi sello personal.
¡Por Isis!
¿Flash?¿a esa distancia?, hummm... 4 héroes ciegos vagando por el mundo...
ResponderEliminarYo diría que flash no; se soluciona fácilmente tocando los niveles. En cualquier caso, lo cierto es que a Pater, razón no le falta: Sois héroes, joder!, a ver esas fotos!!
Los 4 Valientes........... ¿los 4V?
ResponderEliminarHasta ahora mis obligaciones, algunos tenemos un trabajo auténtico, me han impedido comentar los desvaríos de este rufián pero he seguido con atención su escalada hacia nuevas e inexploradas cimas de locura e imaginación desbocada.
ResponderEliminarNo sabría por donde empezar, si no fuera por las fotos con las que ilustra sus disparates estaría tentado a pensar que personajes clave en sus "aventuras" como Jenna Starblade con tan imaginarios como pueda serlo Elric de Melniboné.
Intuía desde su imaginario viaje a Zyga'Rhon que la iba a tomar con mi honorable Academia, más de lo que es habitual en él quiero decir y así nos ha convertido en el espectáculo principal de su mediocre circo de lo absurdo.
Si lo que cuenta fuera tan solo producto de su enferma y mercantil mente lo contemplaría con el distanciamiento conveniente que uno ve una película mala de serie Z. El problema es cuando se usan nombre de personas y proyectos reales, entonces se cruza la barrera entre ficción y calumnia.
Sólo la caterba de descerebrados que le siguen la corriente a este hostelero fraudulento pueden creer que en toda las entregas de Infiltración en la Academia haya una sola pizca de verdad. En momentos así me duele especialmente ver cuan bajo ha caído mi viejo amigo, al que llamáis el Bibliotecario.
Seguiré atento esta colección de dislates, siento curiosidad por ver en que bando decide emplazarme el miserable Steiner e incluso más por ver que conejo se sacará de la manga el 15 de mayo. Bueno, vuelta al tedioso papeleo.
Ho-HO-Ho!
ResponderEliminarMirad quien ha decidido pasarse a última hora por este humilde blog..., pero si es el "honorable" Sir Edward Holst (nada más y nada menos), caguetas retorcido donde los haya, mentiroso, rufián y cobarde.
Mi gran consuelo es esperar a ver que respuesta recibe por parte de Patrick o del Bibliotecario..., aunque para un mindungui de su calaña, supongo que bastaría algún marrullero como el Dr. Abismo o el Dr. Amor...
Mucho sr. Holst, si-si, pero se nombra a esa "baronesa" y el fulano huye con el rabo entre las piernas. A saber que historias conjuntas se traen esos dos...