Cegamos el Ojo de Júpiter demasiado tarde, la tormenta que engendró está devastando las defensas y las infraestructuras más vitales de Australia y Nueva Zelanda. Esta aberración tecnológica es dirigida personalmente por uno de los Regentes que ha vendido a la humanidad, Thanatos. Es un ser enigmático que cubre su rostro con una máscara roja y negra con siete ojos. A diferencia de sus compañeros su origen es desconocido y pasa la mayor parte de su tiempo fuera de nuestro planeta. Era algo así como su ministro de asuntos exteriores y posiblemente una pieza fundamental en la firma del Pacto.
Ambas naciones son sólo un paso previo a su verdadero objetivo, un mero entremés con el que entrar en calor antes de vérselas con el Regente Anti Gris, Sir Stuart McBright. Australiano orgulloso, todo esto es una ofensa personal. Pero lejos de caer en la provocación se prepara en su fortaleza concienzudamente para el combate. Y esto es sólo uno de los frentes abiertos en esta despiadada guerra que cada día se cobra cientos de muertos. Os iré desgranando el resto de los Regentes en futuras entregas, pues es necesario que conozcáis a las piezas clave de esta partida de ajedrez mundial.
Sin perder detalle de estos sucesos el trío de valientes que formamos Gustav Holst, Lionel y este servidor visitamos a nuestro preciado aliado, el Marqués de Aymar y Monferrat para que ejerciera de Cicerón en nuestra incursión en la corrompida Agartha. Dejamos en la superficie al Bibliotecario al cargo de la Resistencia y nos lanzamos al viaje, con el material necesario para salir victoriosos de nuestro empeño. No entraré en detalles sobre el viaje pues seguimos la misma ruta que describió con tanta precisión el Marqués en su imprescindible carta( parte 1 y parte 2).
Bajo la protección de unas capas confeccionadas por monjes ciegos con lana de ovejas negras nos adentramos en corazón de Agartha. A los cinocéfalos habituales se les habían juntado todo tipo de esbirros de los Grises, que decidieron mostrarse abiertamente. El Marqués nos condujo con maestría por los callejones menos transitados evitando así las molestas patrullas. Media hora después estábamos en el mismo sitio en el que descubrió que el Consejo Secreto había caído en manos de los invasores. Estábamos listos para intervenir o eso pensábamos cuando apareció alguien al que creíamos muerto.
Ahí estaba Zoyan Gragknorr rodeado por varios Telquines y acompañado por un gris de tres metros de envergadura, escuálido y con cuatro brazos largos. El Marqués no podía creer lo que veían sus curtidos ojos. El cofre había matado al vil traidor, no cabía la menor duda y sin embargo ahí estaba desafiando al poder del cofre. Preocupado por como podría afectar esto a nuestro plan, en el que esperábamos un cierto vacío de poder di un paso adelante saliendo a su encuentro y le rrojé un guante de tercipelo.
-Bellaco, sólo has sobrevivido a tu merecido castigo para caer a nuestras manos.
Zoyan, un sátiro con más años de los que aparenta camufló su ira con una sonrisa estridente.
-Así que el rastrero marqués ha vuelto a comprobar si su truco de magia funcionó y veo que ha venido con el insigne Patrick Von Steiner y su hermano gemelo, que me aspen si soy capaz de decir cual es cual.
Antes de que pudiera replicarle con mi acerado sentido del humor el Marqués le preguntó cómo podía haber sregresado de la muerte.
-Mi amigo Blah-Shurr-Kehn me rescató, estamos conectados y tu uso del cofre fue tosco e insuficiente para alguien de mi nivel. Si pensáis que podéis arrebatarnos esta joya, como he podido ver en tu risible bitácora os vais a llevar una grandísima decepción. Mis queridos telquines os reducirán a cenizas.
Lionel, que hasta entonces había permanecido en silencio, observando con total atención lo que pasaba y lo que podía ocurrir tomó la palabra como el sabio maestro de la Sorbona que fue.
-Eso habrá que verlo.
Desenfundé mi arma, el Marqués guardó el cofre y sacó una vara de plata pura y Lionel cantó, algo bello y enternecedor que cruzó las fronteras de Agartha llegando a los oídos a los que estaba destinado que respondieron con una sola voz.
-¡Liberemos Agartha!
Continuará...
Ambas naciones son sólo un paso previo a su verdadero objetivo, un mero entremés con el que entrar en calor antes de vérselas con el Regente Anti Gris, Sir Stuart McBright. Australiano orgulloso, todo esto es una ofensa personal. Pero lejos de caer en la provocación se prepara en su fortaleza concienzudamente para el combate. Y esto es sólo uno de los frentes abiertos en esta despiadada guerra que cada día se cobra cientos de muertos. Os iré desgranando el resto de los Regentes en futuras entregas, pues es necesario que conozcáis a las piezas clave de esta partida de ajedrez mundial.
Sin perder detalle de estos sucesos el trío de valientes que formamos Gustav Holst, Lionel y este servidor visitamos a nuestro preciado aliado, el Marqués de Aymar y Monferrat para que ejerciera de Cicerón en nuestra incursión en la corrompida Agartha. Dejamos en la superficie al Bibliotecario al cargo de la Resistencia y nos lanzamos al viaje, con el material necesario para salir victoriosos de nuestro empeño. No entraré en detalles sobre el viaje pues seguimos la misma ruta que describió con tanta precisión el Marqués en su imprescindible carta( parte 1 y parte 2).
Bajo la protección de unas capas confeccionadas por monjes ciegos con lana de ovejas negras nos adentramos en corazón de Agartha. A los cinocéfalos habituales se les habían juntado todo tipo de esbirros de los Grises, que decidieron mostrarse abiertamente. El Marqués nos condujo con maestría por los callejones menos transitados evitando así las molestas patrullas. Media hora después estábamos en el mismo sitio en el que descubrió que el Consejo Secreto había caído en manos de los invasores. Estábamos listos para intervenir o eso pensábamos cuando apareció alguien al que creíamos muerto.
Ahí estaba Zoyan Gragknorr rodeado por varios Telquines y acompañado por un gris de tres metros de envergadura, escuálido y con cuatro brazos largos. El Marqués no podía creer lo que veían sus curtidos ojos. El cofre había matado al vil traidor, no cabía la menor duda y sin embargo ahí estaba desafiando al poder del cofre. Preocupado por como podría afectar esto a nuestro plan, en el que esperábamos un cierto vacío de poder di un paso adelante saliendo a su encuentro y le rrojé un guante de tercipelo.
-Bellaco, sólo has sobrevivido a tu merecido castigo para caer a nuestras manos.
Zoyan, un sátiro con más años de los que aparenta camufló su ira con una sonrisa estridente.
-Así que el rastrero marqués ha vuelto a comprobar si su truco de magia funcionó y veo que ha venido con el insigne Patrick Von Steiner y su hermano gemelo, que me aspen si soy capaz de decir cual es cual.
Antes de que pudiera replicarle con mi acerado sentido del humor el Marqués le preguntó cómo podía haber sregresado de la muerte.
-Mi amigo Blah-Shurr-Kehn me rescató, estamos conectados y tu uso del cofre fue tosco e insuficiente para alguien de mi nivel. Si pensáis que podéis arrebatarnos esta joya, como he podido ver en tu risible bitácora os vais a llevar una grandísima decepción. Mis queridos telquines os reducirán a cenizas.
Lionel, que hasta entonces había permanecido en silencio, observando con total atención lo que pasaba y lo que podía ocurrir tomó la palabra como el sabio maestro de la Sorbona que fue.
-Eso habrá que verlo.
Desenfundé mi arma, el Marqués guardó el cofre y sacó una vara de plata pura y Lionel cantó, algo bello y enternecedor que cruzó las fronteras de Agartha llegando a los oídos a los que estaba destinado que respondieron con una sola voz.
-¡Liberemos Agartha!
Continuará...
¡¡INDIANA JONES y el reino de la calavera de CACA!!
ResponderEliminarUn comentario muy inteligente, sí ¿señor?. Baneo inmediato, por usar palabras soeces y ni tan siquiera saberse el nombre del prota; a ver que se lo silabeo: IN-DIA-NA-CO-JO-NES (los que a usted le faltan paradar la cara)
ResponderEliminarBueno la peli, no está tan mal, pero la verdad es que ya no es lo mismo porque el Indi ya va viejo, pero la verdad sigue teniendo su atractivo el hombre, la verdad es que Mr Patrick la sigue recomendando.
ResponderEliminarPese a la victoria sobre el Ojo de Júpiter y aún liberando Agartha, que aunque en esta bitácora aún no han relatado la hazaña, imagino que a estas alturas ya estará conseguida, pues Patrick tuvo que sobrevivir al combate que va a empezar a relatarnos para poder contarnos como llegó a él, me pregunto si será suficiente para cambiar el rumbo de la contienda y empezar a evitar el avance de los académicos aliados de los grises.
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