Para evitar que nuestros enemigos saboteasen esta vital misión formamos seis grupos, cada uno de los cuales fue a un destino diferente repartidos por todo el mundo. Todos ellos eran objetivos razonables para buscar un remedio pero sólo uno de ellos era el auténtico y allí es donde fui yo. Tal como esperábamos los Grises y la Academia reaccionaron con presteza para interceptarnos y así dos de los grupos tuvieron que dar media vuelta y otro se vio forzado a hacer un rodeo. El resto llegamos sin problemas, gracias a los refuerzos alienígenas. Las capacidades premonitorias de Mothman son excepcionalmente útiles a la hota de evitar ser detectado.
Nuestra meta era irónicamente la menos vigilada de todas pues creían que nada podía atravesar el campo de fuerza que la rodea. Supongo que ya os habréis dado cuenta de que el lugar en el que estaba la planta que necesitábamos con tanta urgencia es Agartha. Sin embargo, la poca vigilancia resultó ser un incordio y nos retrasó de una forma especialmente frustrante. Nuestros enemigos enviaron seres extradimensionales que se movían teletrasportándose de un sitio a otro separados entre sí por hasta varios centenares de kilómetros.
El Agente, que se había autoinvitado a este viaje bramaba por según él nuestra exasperante inutilidad y amenazaba cada dos por tres con salir de la nave. Si no le dejábamos hacerlo era por el temor a que pusiera en peligro nuestras vidas. Su larga y fructífera labor a las órdenes del Mal no ha sido olvidada, especialmente su fallido ataque a mi buen amigo el Bibliotecario. Nuestras naves mantenían un enconado combate con esas tramposas criaturas cuando recibimos una señal muy débil procedente del interior de Agartha, en ella el sabio Marqués de Aymar nos ilustraba con precisión sobre la forma de romper el aislamiento de ese lugar sagrado, el cual requería de una coordinación milimétrica y toda nuestra potencia de fuego.
El problema más obvio es que al centrarnos en el campo de fuerza quedaríamos desportegidos ante esos molestos bichitos pero ete aquí que una "refugiada" de Zyga'Rhon dio un paso al frente y se presentó como enviada de Prometheo, y por extensión de la Expedición Delos. Verla respondió uno de los grandes interrogantes de la Crisis Mundial con una afirmación rotunda, la Expedición Delos va a participar. De la misma raza de guerreros intergalácticos que la difunta Jenna Starblade, se presentó como Zirconia Starfighter y salió de la nave activando un aparato con el inconfundible sello de Delos.
Di órdenes de que siguieran las indicaciones del Marqués y traté de seguir la brutal ofensiva de la recién presentada, a la que siguió como una exhalación el Agente usando algo que si no era magia negra se le parecía mucho. Los dos golpeaban a sus adversarios con una furia desmedida, algo lógico dada por un lado la caída de una compañera y por el otro la traición y el envenenamiento de su jefa. A pesar del bello y relajante espectáculo que ofrecían tuvimos que convencerlos de que volvieran a la nave en cuanto el campo de fuerza cedió.
En Agartha nos recibieron con una tímida alegría pues eran conscientes de que el campo eran un espada de doble filo, si bien los mantenía encerrados también les protegía de los Grises. Mas caballeros de la talla del Marqués, de Gustav Holst o el hombre león Lionel no se arrugan ante el peligro. Durante este tiempo han preparado el reino subterráneo para que sea una base de operaciones y en caso de un funesto desenlace de la crisis un refugio para la Resistencia.
Una breve descripción de los síntomas más los análisis bastó para que Lionel nos guiara hasta la planta, avanzaba con elegancia y una agilidad sobrehumanas y sin embargo la adrenalina liberada por la tensión de la Crisis hizo que esta vez no nos costara mantener su ritmo. Confeccionado el antídoto el Agente tras comprobar que no era peligroso ( sigue sin fiarse de nosotros) se lo dio a la Baronesa, que había estado todo ese tiempo en un estado de animación suspendida.
Una nueva victoria y esta vez doble pues no solo hemos salvado la alianza con los restos de la Auténtica Academia sino que también hemos recuperado un lugar estratégico desde el que planearemos nuestro siguiente paso.
¡Que Isis nos guíe y proteja!
Nuestra meta era irónicamente la menos vigilada de todas pues creían que nada podía atravesar el campo de fuerza que la rodea. Supongo que ya os habréis dado cuenta de que el lugar en el que estaba la planta que necesitábamos con tanta urgencia es Agartha. Sin embargo, la poca vigilancia resultó ser un incordio y nos retrasó de una forma especialmente frustrante. Nuestros enemigos enviaron seres extradimensionales que se movían teletrasportándose de un sitio a otro separados entre sí por hasta varios centenares de kilómetros.
El Agente, que se había autoinvitado a este viaje bramaba por según él nuestra exasperante inutilidad y amenazaba cada dos por tres con salir de la nave. Si no le dejábamos hacerlo era por el temor a que pusiera en peligro nuestras vidas. Su larga y fructífera labor a las órdenes del Mal no ha sido olvidada, especialmente su fallido ataque a mi buen amigo el Bibliotecario. Nuestras naves mantenían un enconado combate con esas tramposas criaturas cuando recibimos una señal muy débil procedente del interior de Agartha, en ella el sabio Marqués de Aymar nos ilustraba con precisión sobre la forma de romper el aislamiento de ese lugar sagrado, el cual requería de una coordinación milimétrica y toda nuestra potencia de fuego.
El problema más obvio es que al centrarnos en el campo de fuerza quedaríamos desportegidos ante esos molestos bichitos pero ete aquí que una "refugiada" de Zyga'Rhon dio un paso al frente y se presentó como enviada de Prometheo, y por extensión de la Expedición Delos. Verla respondió uno de los grandes interrogantes de la Crisis Mundial con una afirmación rotunda, la Expedición Delos va a participar. De la misma raza de guerreros intergalácticos que la difunta Jenna Starblade, se presentó como Zirconia Starfighter y salió de la nave activando un aparato con el inconfundible sello de Delos.
¡La Expedición Delos nos envía a una nueva guerrera: Zirconia Starfighter!
Di órdenes de que siguieran las indicaciones del Marqués y traté de seguir la brutal ofensiva de la recién presentada, a la que siguió como una exhalación el Agente usando algo que si no era magia negra se le parecía mucho. Los dos golpeaban a sus adversarios con una furia desmedida, algo lógico dada por un lado la caída de una compañera y por el otro la traición y el envenenamiento de su jefa. A pesar del bello y relajante espectáculo que ofrecían tuvimos que convencerlos de que volvieran a la nave en cuanto el campo de fuerza cedió.
En Agartha nos recibieron con una tímida alegría pues eran conscientes de que el campo eran un espada de doble filo, si bien los mantenía encerrados también les protegía de los Grises. Mas caballeros de la talla del Marqués, de Gustav Holst o el hombre león Lionel no se arrugan ante el peligro. Durante este tiempo han preparado el reino subterráneo para que sea una base de operaciones y en caso de un funesto desenlace de la crisis un refugio para la Resistencia.
La ansiada planta, la salvación para la Baronesa Katherine von Sebbetendorf y para nuestra frágil alianza.
Una breve descripción de los síntomas más los análisis bastó para que Lionel nos guiara hasta la planta, avanzaba con elegancia y una agilidad sobrehumanas y sin embargo la adrenalina liberada por la tensión de la Crisis hizo que esta vez no nos costara mantener su ritmo. Confeccionado el antídoto el Agente tras comprobar que no era peligroso ( sigue sin fiarse de nosotros) se lo dio a la Baronesa, que había estado todo ese tiempo en un estado de animación suspendida.
Una nueva victoria y esta vez doble pues no solo hemos salvado la alianza con los restos de la Auténtica Academia sino que también hemos recuperado un lugar estratégico desde el que planearemos nuestro siguiente paso.
¡Que Isis nos guíe y proteja!
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