Gracias al regreso de Mothman hemos podido terminar de formar un poderoso ejército con el que hacer frente a los Grises. La raza que ha reclutado proviene de un sistema solar cercano y sus planetas son unas de sus últimas conquistas, gracias al engaño y la complicidad de una organización local, el modus operandi habitual. Sus naves estaban ocultas en el cinturón de asteroides esperando la oportunidad de volver a la acción.
Tras una reunión en mi base de Rusia cambiamos la estrategia para hacerla mucho más ambiciosa, en vez d eun único punto escogimos muchos repartidos por todo el planeta para que supieran que no están a salvo en ninguna parte y pusimos en marcha la cuenta atrás. Era impresionante ver a los curtidos Brakahla recuperados de su cruel encierro en la antártida junto a las intrépidas amazonas entrenadas por la añorada Jenna Starblade, a los valientes guerreros, refugiados de Zyga'Rhon comparando apuntes con las fieles tropas de Juan Villalobos. Y esa era sólo mi parte de la Resistencia, la Baronesa Katherine von Sebbetendorf usó todo sus contactos y juntó una fuerza admirable, una señal esperanzadora pues demostraba que la influencia perversa de los invasores no se había extendido tanto como nos querían hacer creer, el paciente aún puede superar este cáncer maligno.
Caímos como manifestaciones de la mismísima ira divina sobre los principales centros de abastecimiento y producción de nuestros enemigos, fueran Grises o Académicos, tras el Torneo de los Regentes ya no hay razón alguna para distinguir entre unos y otros. Los antiguos enemigos de los Grises al fin pudieron sacarse la espina enseñando de paso como se lucha de verdad, a la cara, sin puñaladas traperas ni venenos de efecto retardado.
Los resultados fueron desiguales, mas logramos hacer un daño considerable a su maquinaría de guerra, tanto que tendrán que parar sus funestas operaciones en el 60% de la Tierra para hacer reparaciones y traer refuerzos. Un ejemplo de nuestros éxitos fue la destrucción del laboratorio principal de Jimmu Togusha, que ya totalmente convertido en un gris vio como sus preciados híbridos morían a manos de los Brakahla.
Como en todo conflicto real hay noticias menos alentadoras, una fue la inexplicable ausencia de Sir Edward Holst que se mantuvo al margen de esta confrontación épica a nivel planetario. La otra es la confirmación de un temor, la Baronesa fue envenenada por Thanatos, ex-Regente de la Academia y debemos encontrar una cura ya o nuestra frágil alianza se quebrará. El Bibliotecario cree que una exótica planta puede ser la clave y ahora mismo me dirigo al único lugar donde crece...
Continuará...
¡Por Isis!
Tras una reunión en mi base de Rusia cambiamos la estrategia para hacerla mucho más ambiciosa, en vez d eun único punto escogimos muchos repartidos por todo el planeta para que supieran que no están a salvo en ninguna parte y pusimos en marcha la cuenta atrás. Era impresionante ver a los curtidos Brakahla recuperados de su cruel encierro en la antártida junto a las intrépidas amazonas entrenadas por la añorada Jenna Starblade, a los valientes guerreros, refugiados de Zyga'Rhon comparando apuntes con las fieles tropas de Juan Villalobos. Y esa era sólo mi parte de la Resistencia, la Baronesa Katherine von Sebbetendorf usó todo sus contactos y juntó una fuerza admirable, una señal esperanzadora pues demostraba que la influencia perversa de los invasores no se había extendido tanto como nos querían hacer creer, el paciente aún puede superar este cáncer maligno.
¡Luchamos porque queremos ser libres!
Caímos como manifestaciones de la mismísima ira divina sobre los principales centros de abastecimiento y producción de nuestros enemigos, fueran Grises o Académicos, tras el Torneo de los Regentes ya no hay razón alguna para distinguir entre unos y otros. Los antiguos enemigos de los Grises al fin pudieron sacarse la espina enseñando de paso como se lucha de verdad, a la cara, sin puñaladas traperas ni venenos de efecto retardado.
Los resultados fueron desiguales, mas logramos hacer un daño considerable a su maquinaría de guerra, tanto que tendrán que parar sus funestas operaciones en el 60% de la Tierra para hacer reparaciones y traer refuerzos. Un ejemplo de nuestros éxitos fue la destrucción del laboratorio principal de Jimmu Togusha, que ya totalmente convertido en un gris vio como sus preciados híbridos morían a manos de los Brakahla.
Como en todo conflicto real hay noticias menos alentadoras, una fue la inexplicable ausencia de Sir Edward Holst que se mantuvo al margen de esta confrontación épica a nivel planetario. La otra es la confirmación de un temor, la Baronesa fue envenenada por Thanatos, ex-Regente de la Academia y debemos encontrar una cura ya o nuestra frágil alianza se quebrará. El Bibliotecario cree que una exótica planta puede ser la clave y ahora mismo me dirigo al único lugar donde crece...
Continuará...
¡Por Isis!
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