sábado, agosto 09, 2008

Los esbirros de Steiner : Hazlo Como Puedas:

Si una lección aprendí de la Víbora Negra es que todo Blackadder tiene su Baldrick, es decir, todo líder tiene siervos y Patrick Von Steiner no es una excepción. Así cuenta con una red de colaboradores sorprendentemente extensa que cubre los tipos de delitos más comunes, desde el hallanamiento de morada, que ha practicado en numerosas ocasiones él mismo al asesinato pasando por el robo. Entre la prolija recua de rufianes que ha empleado en sus "investigaciones" destaca una peculiar empresa de trabajo temporal cuyo nombre describe elocuentemente su política, Hazlo Como Puedas.

Los esbirros de Patrick guardan silencio, pero ¿por cuánto tiempo?

Son mercenarios que escogen sus encargos de la forma más arbitraria que he visto nunca, tanto se prestan a ayudar a un pintor a encontrar la inspiración como acompañan al señor Steiner en uno de sus saqueos de restos arqueológicos. Les atraen los encargos más delirantes, así que no es de extrañar que lleven tanto tiempo al servicio del estafador suizo llegando al punto de que le son más leales que su propia familia.

Mientras los que han tenido que soportar como arrastraba por el lodo el apellido familiar colaboran activamente con la justicia para sacar a la luz sus trapos sucios y librarse al fin de esa maldita oveja negra esos soldados de fortuna guardan silencio. Ni Rob Larroca ni Esteban Marín han dicho nada remotamente útil para la causa. Dado el tipo de calaña que tenemos entre manos sólo comparable a los terroristas se les está dando el tratamiento merecido así que veremos hasta dónde llega su fanatismo. Es verdaderamente preocupante ver como un ser infecto como este timador de tres al cuarto es capaz de generar un seguimiento tan apasionado y ciego, hasta en personas mucho más inteligentes que estos despojos humanos.

Evidentemente la empresa ha sido desmantelada y sus propiedades subastadas, falta les va a hacer ese dinero, aunque no creo que les preocupe en demasía puesto que les espera o bien la cadena perpetua o bien una muerte lenta y dolorosa por crímenes contra la humanidad y nuestros recién descubiertos vecinos.

Atentamente, Sir Edward Holst.


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