Tras una dura jornada de reflexión en la Academia hemos decidido modificar nuestra estrategia, que es lo que hace la gente sensata. Cuando algo no funciona se prueba otra cosa. Creímos que podríamos lidiar con los restos de Planeta Inquietante con los medios de nuestra venerable organización pero la realidad, tozuda como siempre, nos ha mostrado de la forma más dura que no estamos preparados para enfrentarnos contra una horda de salvajes y especialmente contra su cabecilla. Además nuestros aliados del espacio han convertido la captura de la chiflada en un punto clave de nuestro acuerdo. Están hartos de que derrame la sangre de sus ocmpatriotas ganándose a pulso el sobrenombre que apareció hace tiempo en este blog, "Aquélla que siembra de sangre las estrellas, la Exterminadora".
Se abrió la veda.
La decisión ha sido abrir la veda contra la cabeza de esta hidra que se resiste a morir, una recompensa de diez millones de euros al que capture a Jenna Starblade, viva o muerta. Conociendo a sus mezquinos seguidores no me sorprendería que le dieran la puñalada para hacerse con esta fortuna. Los beneficios de esta medida son evidentes, recuperamos la iniciativa, creamos disensiones internas y le pintamos una bonita diana en la frente a su líder, que dificultará su campaña terrorista.
Atentamente, Sir Edward Holst.