La captura del farsante suizo me ha permitido acceder a su archivo, aunque más bien parece un vertedero por la calidad del material reunido eso sí con un exquisito cuidado. Aquí están todas sus obras de consulta, sus informes, sus ejem reflexiones y todo tipo de locuras. Seleccionaré aquellos documentos que muestren de forma más palpable su don para mezclar realidad con fantasía y justificar la injustificable.
También tengo acceso a sus cuentas de correo electrónico, lo que me ha permitido descubrir unba razón de su querencia por los cómics, se los envían gratis. Normal, saben de antemano que les dará publicidad en alguno de sus atentados contra la razón. Uno de los últimos en llegar, ya con él en la isla de Elba fue el número 4 de Kick Ass, una serie de un escocés megalomano y aficionado a la bebida y al dinero llamado Mark Millar y un estajanovista de manual, John Romita Jr. Esta serie, de la que ya van a rodar película, trata sobre un pobre desgraciado, un chaval que decide un día convertirse un superhéroe. Sin superpoderes claro está, me recuerda al infecto Steiner, él también se lanzó a investigar sin tener pajolera idea del método científico o de la más elemental lógica. En esta entrega se nos presenta a una pareja de personajes "ejemplares", una niña de diez años que maneja las espadas con la misma naturalidad que un cortauñas y su padre, una bestia sádica que sin duda ha sido el principal responsable de su transformación en una asesina implacable.
Relatos ejemplares como le gustan al señor Steiner
El discurso de la obra casa con el pensamiento del antiguo autor de este blog, que en no pocas ocasiones ha asaltado instalaciones de la honorable Academia provocando daños tanto humanos como materiales. A todo esto, el vídeo que intentó colar como la grabación en exclusiva de un superhéroe real era publicidad viral de este cómic. Un engaño más que añadir a su ya de por sí astronómica cuenta.
Atentamente, Sir Edward Holst.
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