Tras unas merecidas jornadas de dulce y relajado asueto en un balneario de uso exclusivo para los investigadores más distinguidos de la honorable Academia retomo mi actividad laboral con las fuerzas sobradamente repuesta, algo sumamente necesario en este mundo frágil en el que acechan amenazas en cada esquina. Uno no se había repuesto de los movimientos estratégicos nada sutiles de los apoyos del gran estafador cuando se topa de bruces en un periódico supuestamente serio, El Mundo, con una hagiografía de otro timador de renombre, J. J. Benítez Bajo la gratuita excusa de realizar perfiles de personas heterodoxas se perpetra una oda obscena tanto a sus delirios sobre viajes en el tiempo y la vida de Jesucristo ( la interminable y soporífera saga de Caballo de Troya, que encima tiene un título engañoso) como a sus desvergonzadas teorías sobre atentados recientes como el 11-S o el 11-M.
Ya mi opinión sobre ese diario dejaba mucho que desear tras pasadas experiencias pero esta reincidencia es irritante, y no se limita a ese artículo, no, también han dejado que otra de esas iluminarias de lo para-anormal, Javier Sierra, se explaye a gusto en seis entregas sobre la bilocación. Encima es de lo más aburrido, a penas es capaz de hilvanar alguna anécdota curiosa careciendo del toque pseudoaventurero de Patrick Von Steiner, si vas a contar una trola hazlo con todas las consecuencias. Allí donde este mindundi no se atreve a ir más allá de viajar a una sesión fotográfica Patrick Von Steiner habría ido al pasado y al futuro compartiendo experiencias psicodélicas con todo tipo de criaturas fantásticas.
Podréis pensar a estas alturas que le echo de menos, al contrario, gracias a su captura los enemigos de la Razón han perdido a uno de sus más hábiles y torticeros fabuladores. Y tenede esto claro, es sólo el principio.
Atentamente y con ánimos renovados, Sir Edward Holst.
Ya mi opinión sobre ese diario dejaba mucho que desear tras pasadas experiencias pero esta reincidencia es irritante, y no se limita a ese artículo, no, también han dejado que otra de esas iluminarias de lo para-anormal, Javier Sierra, se explaye a gusto en seis entregas sobre la bilocación. Encima es de lo más aburrido, a penas es capaz de hilvanar alguna anécdota curiosa careciendo del toque pseudoaventurero de Patrick Von Steiner, si vas a contar una trola hazlo con todas las consecuencias. Allí donde este mindundi no se atreve a ir más allá de viajar a una sesión fotográfica Patrick Von Steiner habría ido al pasado y al futuro compartiendo experiencias psicodélicas con todo tipo de criaturas fantásticas.
Podréis pensar a estas alturas que le echo de menos, al contrario, gracias a su captura los enemigos de la Razón han perdido a uno de sus más hábiles y torticeros fabuladores. Y tenede esto claro, es sólo el principio.
Atentamente y con ánimos renovados, Sir Edward Holst.
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