La última moda es anunciar el fin de los blogs, no es nada casual que esos anuncios provengan de medios tradicionales o derivados de los mismos. Una muestra la tenéis en este enlace. Es una ofensiva con dos objetivos, uno de los cuales sirve para enmascarar al otro. Estas mentes rumiantes más que pensantes que se otorgan el cargo de gurús de las nuevas tecnologías apuntan a las redes sociales como la nueva moda, y claro, como buenos borregos todos tenemos que abandonar los blogs y pasarnos a ellas. Como si fueran herramientas incompatibles, si en las propias redes sociales está incluida la opción de escribir un blog. Esta obsesión porque empleemos lo "último" que ha salido es inmadura y arbitraria, si uno está cómodo con lo que está usando debería poder seguir haciéndolo sin tener que aguantar a los iluminados agoreros de turno pero ese no es el verdadero objetivo de este ataque a los blogs.
Los blogs, como plataforma gratuita y sencilla de crear, se han convertido en una competencia directa a los medios de comunicación tradicionales y eso duele. Esas burdas excusas para meternos publicidad por el gaznate están sufriendo una pérdida preocupante, para sus bolsillos, de lectores e intentan salvar sus pellejos por un lado metiéndose en internet con, oh casualidad, blogs, y por otro lado desacreditando internet a cada paso como cueva de mentirosos, piratas, anoréxicas, pedófilos...La diferencia es que sus blogs sirven a los intereses de sus padrinos y al ego superlativo de sus autores, que suele guardar una distancia sideral con su calidad.
Mi opinión es que el que desee crear un blog debería hacerlo y seguir sus propias reglas, un blog es lo que el autor quiera que sea y puede cerrarlo o cambiar el rumbo cuando lo considere oportuno. Con razón me diréis que hay mucha basura por ahí delante, en las páginas de los periódicos sin ir más lejos. Tengo visto cada truño infecto en elmundo.es( por decir uno, ejemplos hay a patadas) que ponía de mal humor el pensar que alguien había cobrado por perpetrar eso. No me importa, a diferencia de otros medios las posibilidades técnicas no limitan la cantidad de blogs. Es nuestro deber como lectores seleccionar aquéllos que sean dignos de nuestro preciado tiempo, no debemos dejar que esos expertos de pacotilla, creadores de burbujas, marquen lo nuestras lecturas. Una persona sensata es capaz de reconocer si una bitácora está hecha por un analfabeto o por alguien ilustrado, algunos serán capaces de engañarnos durante unas entradas pero más pronto que tarde saldrá a relucir su auténtico yo.
Escribid, sea cual sea vuestro nivel. Contactad con vuestros iguales, libres de las ataduras geográficas y sobre todo no dejemos que nos arrebaten el control de la red de redes.
Atentamente, Sir Edward Holst
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