Propuestas para un Nuevo Mundo: Las relaciones de pareja

Mi fiel compañero Lord Henry Winter suele recordarme con acierto como la mayoría de la gente si bien aspira a alcanzar la felicidad desconoce la forma de alcanzarla escogiendo los caminos más tortuosos o directamente equivocados. Uno de los puntos más destacados a la hora de buscar esa tan deseada felicidad es la pareja sentimental y ahí es donde se ve con más cruda intensidad la verdad que contienen las palabras de mi estimado colega. ¿Cuántas veces vemos como personas cultas e inteligentes acaban con completos gañanes con una alergia desmedida al trabajo sólo superada por su afición por la bebida, el juego y cualquier otra forma de perder el tiempo y/o el dinero? No hay nada más doloroso que ser rechazado por otro candidato dotado objetivamente de inferiores cualidades y claramente incompatible con su personalidad, el amor es ciego y obtuso. Está claro que la inteligencia no evita que los sentimientos nos metan en relaciones dañinas que siempre producen frustración en el que intenta cambiar a su lamentable pareja contra el dictado de la Razón.

En el fondo nadie quiere estar solo.

Sabiendo que nadie está libre de entablar una relación perniciosa, en la que predominarán los defectos del otro y jamás las virtudes de uno, que la mezcla de los genes y el ambiente malsano ( a la fuerza) llevarán a la degradación de la raza humana no cabe otra solución que apelar a una autoridad superior que dicte cuando una pareja es viable. Dentro de la PVU se incluirán módulos para estudiar la compatibilidad de las personas, que sólo deberán pasar en el momento de tomar la decisión de compartir sus vidas. Vendrá a ser una prueba anexa, independiente. Dentro de la misma también habrá apartados enfocados a la capacidad para engendrar y criar a una hipotética descendencia. Si exigimos títulos para conducir o prescribir medicinas con más razón para una responsabilidad tan grande como el ser padres. Con esto espero terminar con todos esos tinglados de citas a ciegas, agencias matrimoniales y demás tocomochos. No habrá lugar para las apariencias y las mentiras, que a la larga salen a la luz dinamitando la relación.

Como siempre estoy abierto a sugerencias tanto sobre este tema como de otros de las mentes afines que visitan este blog. Descarto de antemano las de los ignorantes que sólo entran a mirar las fotos de los domingos, sus exabruptos poseen la misma complejidad formal que los gruñidos de un cerdo.

Atentamente, Sir Edward Holst