Un día trágico

Hoy ha sido sin lugar a dudas uno de los días más amargos de toda mi vida, tras la inmensa alegría y satisfacción del pacto con nuestros amigos de las estrellas ha sido un duro despertar. Al acercarnos a la isla de Elba descubrimos que una tormenta de una intensidad anormal la rodeaba aislándola del mundo de forma completa. Todos coincidimos en que ese fenómeno meteorlógico era demasiado oportuno para ser natural. Al intentar abrirnos paso con el apoyo de la tecnología de nuestros aliados de Zeta Reticuli tuvimos la sensación de estar luchando con un ser vivo con conciencia, algo completamente absurdo pero que no podíamos evitar pensar. Durante unas horas que se me hicieron dolorosamente largas permanecimos varados en el aire incapaces de saber qué ocurría en la prisión ni en niguna parte por extensión atrapados como estábamos por esa infernal tormenta. El único que mantenía una calma cuasi glacial era mi hermano Gustav, parecía un lagarto tomando el sol o un oso hibernando. Cuando amainó la tormenta pudimos realizar un aterrizaje de emergencia. La prisión es aún, ahora que escribo estas lineas, un cruento campo de batalla en el que se cuentan ya por centenares las bajas.

Todo son rumores, la myor parte contradictorios, lo único que sabemos a ciencia cierta y que desearíamos con todo el corazón que fuera falso es que el criminal Patrick Von Steiner ha huído justo el día en el que terminaba el plazo de la oferta. Al contrario de lo que apunta de forma descabellada un comentario desde el cobarde anonimato yo no poseo la mágica habilidad de viajar en el tiempo. Ese disparate es un invento del suizo para homologarme con su universo de fantasía y que me emparenta con un personaje de ficción, nadie sensato puede creerse una patraña de ese calibre. Así que no, yo no sabía de antemano que iba a suceder esto, de ningún modo lo habría permitido o ¿es que me toman por imbécil redomado?. El plazo fue un gesto humanitario del que me arrepiento ahora, pues Steiner es una bestia indigna de ese trato.

A lo largo de los próximos días sabremos como se ha fraguado este golpe a la humanidad y veremos a los bellacos que han perpetrado este crimen para asegurarnos que no salgan impunes. Afortunadamente podremos empezar a hacer justicia ya que una parte de los esbirros de Steiner se ha quedado en la prisión para cubrir la fuga de su amo. Esos pobres desgraciados serán los primeros en caer. Recuperaremos esta fortaleza habitación a habitación, peldaño a peldaño con sangre, sudor y lágrimas. Nadie ataca a la Academia y se va de rositas.

Os dejo, hemos conseguido acceder a las primeras grabaciones de este siniestro incidente, y debo estudiarlas cuidadosamente para saber a qué clase de horrores nos enfrentamos. Pagarán por esto con creces, lo juro por mi título de Sir. No importa en qué agujero se esconda ese rufián, le volveré a capturar y esta vez rodará su cabeza. No cometeré el mismo error dos veces.

Atentamente, Sir Edward Holst