Estos días hemos tenido ejemplos claros de que el actual orden mundial está podrido hasta la médula ante lo cual es imprescindible un cambio de rumbo radical. El caso de Bernard Madoff ha puesto en evidencia las miserias del patético sistema económico que sufrimos desde hace demasiado tiempo. Los organismos reguladores, las agencias que califican los fondos de inversión, los gobiernos, los bancos...todos han hecho el más espantoso de los ridículos y en el peor momento imaginable, en plena crisis económica. La mano invisible de Adam Smith es ociosa, siempre lo he dicho, y es sólo una excusa para no actuar. En ausencia de una vigilancia eficaz surgen los chanchullos, las burbujas, los sistemas piramidales y demás formas de hacer dinero fácil y rápido. ¿El precio? Porque siempre hay un precio. Cincuenta mil millones de dólares desaparecidos, que seguramente no se puedan recuperar jamás. Este individuo ha estado viviendo de una gran estafa en la que los nuevos inversores pagaban los espléndidos beneficios prometidos a los primeros. Un sistema piramidal de libro que a la larga acaba por venirse abajo como un castillo de naipes. Nadie se ha librado, por muy rico o "inteligente" que fuera, la avaricia y la garantía de trabajar con un expresidente del Nasdaq ha hecho que muchos picaran en este fraude masivo.
Desde la Academia pienso proponer reformas estructurales del mercado, no podemos permitirnos el lujo de que siga siendo un cortijo en el que las leyes son poco más que papel mojado. Y desde luego, los castigos deben ser algo sensiblemente más estricto que unas vacaciones pagadas por el estado en unas dependencias lujosas de mínima seguridad. Un nuevo mundo se define por unas nuevas maneras de hacer las cosas. La pena debe ser proporcional al delito y no como sucede ahora, que pasado un umbral hay barra libre.
Anuncio que pronto habrá una asamblea de la Academia para hacer una reorganización de la jerarquía de la misma, la criba de este año nos ha afectado más de lo que esperábamos debilitando puestos clave, exponiéndonos a los ataques de los enemigos de la Razón. Necesitamos con urgencia reforzar nuestras filas y mostrar nuestra fortaleza y convicción a nuestros fieles aliados de Zeta Reticuli. Gracias a la PVU, una herramienta imprescindible para separar el grano de la paja, hay abundantes candidatos valiosos de entre los que escoger. Compañero Lord Henry Winter, comparto vuestra preocupación por los tejemanejes del sucio Steiner pero ya hay planes en marcha para neutralizar la amenaza que suponen él y sus compinches. También seguimos con atención a los que abandonaron nuestra causa, que planean en sus salones la creación de una Anti-Academia, es triste ver en esos contubernios a personas a las que una vez consideré amigas.
Saludos, Sir Edward Holst.
¡Ah, Sir Holst! Cuánto nos alegra su regreso, y espero de todo corazón que disfrute del banquete que le hemos organizado.
ResponderEliminarPero no todo van a ser alabanzas. Desde luego hemos de discutir esa idea suya de tomarse unas "vacaciones" en un momento como éste. Para que luego critique al actual sistema financiero. Además, delegó en su hermano menor, cuando ya se le había advertido del alto riesgo de fidelidad y adhesión a ciertas teorías proclamadas al viento por unos fanáticos. Unos fanáticos que han podido escapar, a pesar del sistema de vigilancia que usted mismo organizó.
¡Oh, va a ser un banquete de lo más animado! Sepa usted que apoyaré al señor Togusha como nuevo Regente.
¡Ad maiorem Academia gloriam!
Otra prueba más de que la economía de mercado es una farsa: El que cada uno busque su propio beneficio y así obtener el bien común sólo tiene sentido si los agantes saben lo que es mejor para sí mismos... cosa que dista mucho de la realidad. Y desde luego, era obvio que el dogma de la mano invisible, de que del caos del mercado surge un orden, es el mayor de los absurdos.
ResponderEliminarSi el mercado no es capaz, una autoridad superior debe ser la que asigne los recursos. Sé que eso puede recordar a las aún más catastróficas economías soviéticas, pero en el fondo, estas tuvieron el mismo problema que las capitalistas: estuvieron dirigidas por borregos.
¿Mi propuesta? Que según los resultados de la PVU se divida la sociedad en dos clases: los que tengan derecho a elegir (y por tanto, vivan en algo parecido a una economía de mercado) y los que no (la masa que debe ser guiada). La libertad de elegir es un privilegio, no un derecho.
En cuanto al comentario de Sir Montgomery B. Galton, reconozco que ciertamente, la delegación en Gustav Holst fue un error, pero coincido con Sir Edward que al menos sus genes le hacían merecedor de una oportunidad de mostrar lealtad. Desafortunadamente, sus verdaderos colores eran los del infame suizo y su circo de monstruos. Afortunadamente, este blog ha vuelto a las manos de las que no debería haber salido. Y tenga en cuenta, Sir Montgomery, que la ausencia de Sir Edward fue por causas de fuerza mayor.
Finalmente, decir que me gustaría tener más datos sobre los planes contra Steiner.