Nuestros planes han dado fruto justo a tiempo, y se lo debemos en gran medida al todavía desaprecido Sir Edward Holst, un hombre ciertamente previsor. Por lo pronto me he librado ya de la causa de apología del terrorismo, que ha sido sobreseída para disgusto de muchos académicos. Y ahora viene lo importante, tras capturar a Steiner mi hermano dejó indicado quien se haría cargo del blog en caso de indisposición suya. Los elegidos somos justamente el Bibliotecario y yo. No había perdido la esperanza de llevarnos al buen redil. Los papeles están firmados ante notario y todo está dispuestos de tal manera que sólo él nos lo podría quitar. Ahora bien, este acuerdo tienen su contrapartida y es que no se lo podemos ceder a nadie. Una cláusula especifica que si se lo devolvemos a Patrick Von Steiner afrontaremos unas vacaciones en algún penal remoto. Así que por un lado nadie sakvo Edward nos puede echar del blog pero a la vez estamos obligados a seguir al mando, nos guste o no.
Dada esta revelación deberemos plantearnos el futuro de esta bitácora, y de mi vida, me atrevo a añadir. Pero no nos pongamos excesivamente trascendentales y disfrutemos la buena noticia. La Academia no pondrá sus zarpas sobre el antiguo Planeta Inquietante. Dejemos que MC Hammer lo exprese con estilo.
Un saludo, Gistav Holst
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