miércoles, diciembre 10, 2008

Ochate "pueblo maldito" Parte 4

En las entregas anteriore Edward cubrió tanto los principales mitos de Ochate como la tesis expuesta por su némesis, el polémico investigador Patrick Von Steiner en su best seller la Puerta al espacio que explica todos los fenómenos acaecidos tanto en el pueblo como en sus alrededores por un un portal interdimensional cuyo centro estaría en el campanario, el único edificio que se mantiene más o menos entero. Pero el repentino corte de la serie ha dejado detalle interesante por contar, algo que a lo que iré poniendo remedio mientras tenga acceso a esta bitácora. ( Espero que mis planes con el Bibliotecario dean fruto a finales de esta semana como muy tarde) Empiezo por una curiosa leyenda de la que sólo he visto referencias en el libro de Steiner, según el suizo es parte de la tradición oral de la zona. Las notas de mi querido hermano añaden una expresión poco agradable a ese afirmación mostrando un escepticismo convencido.

La leyenda habla de como el portal se habría abierto a mediados del siglo XVI comunicando al pueblo de Ochate con una dimensión del la que llegó una docena de criaturas. Tenían patas como las arañas, sus troncos eran similares a los de una persona, sus brazos terminaban en pinzas como las de los cangrejos y sus cabezas eran metálicas, geométricas, con ojos en cada una de las caras. En apenas unos minutos habían descuartizado con precisión de relojero a la mitad de la población. Entonces llegó el héroe de la historia montado en un corcel blanco , su armadura plateada relucía bajo el duro sol del Condado de Treviño dándole un aura sobrenatural.

Nadie sabe de dónde salió ni quien se ocultaba debajo de ese casco, sólo que era humano. Plantó cara en solitario a las seis criaturas y pagando el precio más alto contuvo el tiempo suficiente a la amenaza para que unos seres de la misma dimensión llegaran. Cuando su nave cruciforme se posó sobre el campanario pudieron ver como las criaturas despedazaban al héroe ignorantes de que sus tropelías estaban a unos escasos instantes de ser abruptamente concluidas. Un haz de luz los congeló y se desvanecieron. Ante de irse los recién llegados decidieron honrar al héroe, su cuerpo estaba más allá de toda cura pero no así el de su caballo, así que lo que hicieron fue volcar la conciencia del caballero, que se resistía a desaparecer en su montura y mejoraron su metabolismo volviéndolo practicamente inmortal. Desde entonces vaga por el mundo protegiendo a los inocentes ese héroe convertido en caballo, o así al menos dice la leyenda. Y según el suizo, se lo encontró en Ochate donde la sacó la foto que acompaña este texto y le puso al día sobre sus andanzas o trotes más bien.


Un saludo, Gustav Holst

2 comentarios:

  1. ¡Cáspita! Que me aspen si este no es el mismo caballo que hace unos días protagonizaba el siguiente titular de la Nueva Gazeta Renana: "Equino bien dotado hace saltar a banca del más lujoso casino de Colonia". Me pregunto que diantres hará en Ochate. Lo sabe usted, querido Gustav. Tiene usted algo que esconder. Desembuche o aténgase a las consecuencias. Le advierto que si nos está ocultando algo, informaré a mi colega Iker J. para que inicie las pesquisas; los resultados podrían resultar muy onerosos para su persona.

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  2. Permítame tomarme con cierta ironía su comentario, es evidente que la lectura no es su punto fuerte y que quería hacer el chiste fácil a toda costa. La foto corresponde al libro de Patrick Von Steiner y según el suizo el caballero/caballo suele volver al lugar en el que adquirió su actual y equino aspecto. En cuanto a su velada amenaza puede llamar a Iker Jiménez cuando quiera, o a Javier Sierra, Paco Pérez Abellán y cualquier investigador que le plazca. Me es indiferente.

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