Mientras el vulgo se lanza a una ordalía consumista de la que se arrepentirán cuando llegue la tópica y previsible cuesta de enero los académicos seguimos trabajando para crear un mundo nuevo libre de las taras que han arruinado al actual. Hoy tocan modelos de Suicidal Beauties, algo muy apropiado ya que el capitalismo se está suicidando voluntariamente. Fijaos en las declaraciones de esa lumbrera, George W Bush, ha renunciado a los principios del libre mercado para salvar el sistema. ¿Qué sistema?, pregunto yo. ¿Qué queda de un sistema cuando le despojas de una parte primordial de su esencia? ¿Qué queda al final de su calamitosa presidencia del sueño americano? Un erial de empresas arruinadas y una deuda monstruosa. Ese es su legado.
Saludos, Sir Edward Holst
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