lunes, enero 19, 2009

La alimaña asomó la cabeza

Mi discreta labor ha cobrado sus primeros frutos que comparto hoy con vosotros modificando sobre la marcha mis planes para esta semana. Como les gusta decir a los periodistas, esa profesión caída en desgracia, la actualidad manda. Ayer tuvo lugar una manifestación en Santiago de Compostela a favor del pueblo palestino. No tendría nada de particular que la diferenciara de las que hubo en otras ciudades de no ser por un detalle, la presencia del miserable Patrick Von Steiner acompañado de su fiel lacayo Rob Larroca, libre de su más que merecido encierro por un pueril tecnicismo legal. Habrá que darle las "gracias" a Amnistía Internacional por poner a otro terrorista en libertad.

El significado de la foto es claro, la víbora ha regresado a uno de sus nidos predilectos, una ciudad en la que ha cometido todo tipo de crímenes contra la Razón. También se posiciona claramente en un conflicto infinitamente más complejo de lo que su mente de feriante puede aspirar a comprender. Seguramente sus propuestas para solventarlo pasen por el establecimiento de tropas alienígenas con sus preciosos platillos volantes comandados por su querida Isis y el resto de actores desempleados de la Expedición Delos. Habida cuenta de la notable cantidad de desequilibrados mentales en la multitudinaria ( a mi pesar) reunión estoy tristemente convencido de que sus descabelladas ideas habrán sido bien acogidas. No es que chirríen precisamente entre esa ensalada de ideologías decimonónicas que se resisten a caer en el olvido.

Dejaré que disfrute de una temporada en libertad, tengo planes para su banda a medio y largo plazo y vosotros, estimados lectores, seréis los primeros en enteraros.


Saludos, Sir Edward Holst

2 comentarios:

  1. ondia, así que erais vosotros a los que vi de refilón cuando pasaba en el coche dirección al pueblo! si lo sé, os pego un bocinazo XD

    saludos!

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  2. No sé qué planes tendrás para esa banda de maleantes, pero sinceramente te digo que creo que te equivocas: El lugar de un hombre como Steiner es la cárcel, y cada segundo que pasa fuera es un peligro.

    Hasta ahora siempre he confiado en tú criterio y nunca me he arrepentido, así que a pesar de mis reticencias, te daré un voto de confianza. Espero ser yo el equivocado, y que dejar a este terrorista que se reuna con sus acólitos no haga que nos arrepintamos.

    Saludos, Lord Henry Winter

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