Tras dejar al carismático Doctor Cosmos en Cabo Cañaveral encarando a los cobardes burócratas que permitieron la nefasta misión LCROSS tomé un avión y puse rumbo a mi patria natal donde esperaba volver a encontrarme con un escuadrón de la terrorífica Legión Ilustrada sembrando el terror por todo el barrio y cercando mi sagrado hogar. Para mi sorpresa y para qué negarlo alegría cuando el carísimo taxi me arrojó a unas manzanas de mi sancta sanctorum percibí un silencio inusual, los perros de la guerra de la Academia se habían ido. Su paso por Suiza había sido igual de destructivo que una tempestad o el ejército de Atila, arrasaron con casas, coches, carreras...cualquier cosa que encontraron en su avance hacia mi casa, un edificio señorial propiedad de la familia Steiner durante generaciones que ha resistido innumerables ataques a lo largo de los siglos y que una vez más no ha caído ante las fuerzas del Mal.
La Academia se reservaba un as en la manga.
Mis vecinos, que habían pasado por un infierno inenarrable intentaban recuperar su rutina diaria sorteando los escombros. Me estaba preguntando por la repentina e inesperada claudicación de mis acérrimos enemigos cuando noté una serie de extraños dispositivos que rodeaba la finca de mi familia. Parecía que la Legión Ilustrada los había dejado a modo de mensaje de despedida, no tenía ni idea de lo cierto que era. Antes de que pudiera avanzar un solo metro estallaron produciendo una barrera de fuego. La ola de calor me impactó como un obús, caí inconsciente. Eso fue el lunes. Hace apenas unas horas desperté en un hospital, un colaborador enviado por Lady Atalanta me informó de que el blog estaba bloqueado desde el domingo por el líder del Quinto Escuadrón, había vuelto a hackearlo pero esta vez para impedir nuevas entradas. Con su ayuda he roto el virus empleado y aquí estoy , separado de mi casa por unas llamas sobrenaturales pero vivo y con la voluntad de recuperarla.
¡Por Isis!
No hay comentarios:
Publicar un comentario