El ruido de disparos y varias maldiciones fue la señal inequívoca de que mi compañero había logrado crear una distracción. Con presteza y discreción me colé en la instalación que estaba revisando la jefa de los Hij@s del Nuevo Mundo, desconozco que tipo de ser o criatura había en la habitación, que hizo que saliera sin quitarle el ojo de encima. Supongo que se tratará de alguno de los experimentos genéticos abandonados a su suerte por los Grises. Cuando notó mi presencia se giró y nos apuntamos mútuamente como se puede apreciar en la foto y en el vídeo. Tras unos largos y tensos segundos dijo sin pestañear, "Os estaba esperando, tenemos que hablar." Esa frase siempre es un pájaro de mal agüero y si a eso le añadimos que ya no oía ninguna señal de los estropicios organizados por Bad Wolf y la llegada de una de sus lugartenientes sonriendo satisfecha no quedaba lugar para la duda, me había metido en un buen lío. Estaba en la boca del león y mi compañero estaba en sus garras, una situación peliaguda que pondría a prueba mis habilidades como negociadora.
Un saludo pop de Carman Corrigan, ¡Por Isis!
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