Redacto estas líneas gracias al mismo artilugio de la Expedición Delos que empleé para narrar el Torneo de los Regentes. He guardado silencio para dejar que los criminales que me retienen en esta isla se confiaran. Les he estados observando con suma atención. El grupo de académicos que dirige esta función no se diferencia de forma apreciable de los piratas que trabajan para ellos. Esta ínsula es un puerto franco para el contrabando de armas, drogas y reliquias. Os solicito, amigos míos, que retraséis vuestro asalto. Tengo la sensación de que esta antigua fortaleza oculta secretos milenarios y me será más fácil desvelarlos como "prisionero". Se despide hasta su próxima y esclarecedora intervención, Patrick Von Steiner, investigador de lo desconocido.
¡Por Isis!
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