Pupila y maestra.
Liderados por el creador de esta bitácora, osasis del pensamiento heterodoxo, bajamos al sótano. Los escogidos por Steiner para la misión fuimos la guerrera de las estrellas Jenna Starblade, el bardo Duane McGregor, el mercenario Bad Wolf, la experta cazadora Nadia Dementieva, su jefa y líder de los Hijos del Nuevo Mundo Ellen Blackmoon, el co-fundador de Hazlo Como Puedas Esteban Marín y una servidora.
Derribamos la puerta y nos recibió un rugido infrahumano, pero esta vez ya no era tanto de hambre sino de furia. Nos esperaba la criatura que se negó a decir su nombre rodeada por sus fieles siervos, a sus pies estaban los restos de los piratas y académicos, entregados por sus teóricos aliados para saciar el voraz apetito de su Amo Y Señor. Luchamos con todas nuestras armas y parecía por momentos que íbamos a triunfar pero pronto descubrimos que era un espejismo. La fortaleza era en realidad un sustituto de la nave en la que había llegado y todos estos años de sacrificios habían sido para regresar a su hogar. La sangre era el combustible que precisaba. Cuando ele edificio empezó a desgajarse de la isla supimos que debíamos abandonarlo y así hicimos a tiempo de ver como una malla roja lo recubría. Ascendió al cielo hasta convertirse en un punto en el firmamento y Jenna prometió darle caza para hacerle pagar por sus crímenes.
Un saludo pop de Carman Corrigan