Retomo el repaso a la actual situación justo donde lo había dejado la antropóloga pop de lo imposible. Las largas conversaciones que hemos mantenido han sido muy fructíferas y han permitido la consolidación de nuestra alianza. Para nosotros los obstáculos eran diferentes. La carencia absoluta de rigor y disciplina en la Resistencia, su desmedida pasión por la cultura popular más delirante, principal fuente de "conocimiento" del "investigador de lo desconocido" Patrick Von Steiner hacían imposible su incorporación a nuestra Utopía racional. Pasada la batalla por el Nuevo Mundo no ayudaba que contaran entre sus filas con la guerrera espacial que estuvo a punto de asesinar a mi maestro. Reconozco que causamos bajas también entre sus filas, pero ninguna se acercaba ni de lejos a su categoría, especialmente cierto mercenario de poca monta. Su continuada presencia era un recordatorio ofensivo, por lo que su partida no pudo ser más conveniente.
Estos obstáculos limitaban seriamente el alcance y fiabilidad de nuestra, reconozcámoslo, precaria y discutible alianza. Afortunadamente dimos con una solución. Sir Edward Holst y sus fieles seguidores quisimos instaurar el Nuevo Mundo en todo el mundo para liberar de una vez por todas a la humanidad de las cadenas que la mantienen presa en una eterna época de miedos y supercherías. Como heredera y líder de los Hijos del Nuevo Mundo comprendo y reconozco el fallo que cometimos. Imponer el cambio es un error, sólo se consigue generar una oposición que de otra forma permanecería en su acostumbrada pasividad. Por eso he decidido que el Nuevo Mundo será algo voluntario, sólo formarán parte de esta Utopía aquellos que deseen y den el nivel requerido.
El resto del mundo puede seguir sus vidas mediocres sin rumbo mientras no interfieran con nuestra sociedad optimizada. La Resistencia podrá seguir viviendo en su mundo de fantasía pop, luchando contra la antaño honorable Academia, con nuestro apoyo, pues esos cobardes que se esconden tras la Legión Ilustrada y la Asamblea son una amenaza intolerable que debe ser combatida. Nuestra meta principal es crear un mundo diferente dentro de este planeta azul en el que se valore la inteligencia y el buen hacer, en el que se juzgue a las personas por su capacidad y no por criterios arbitrarios y subjetivos.
Con esto termina mi repaso, le cedo la palabra al creador de esta bitácora.
¡Sir Edward Holst volverá! Firmado, Ellen Blackmoon
Tiamala!
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