Esta sorprendente criatura, que desafía nuestras rígidas nociones de la naturaleza, podría ser una pista sobre la ofensiva que estamos llevando a cabo o un mero entretenimiento dispuestos para desconcertar a los académicos. También cabe la posibilidad de que hayamos descubierto algo sobre los Jerboa entre los archivos clasificados de nuestro enemigo o que Ellen Blackmoon supiera algo sobre ellos, algo que los convierta en una baza por la Libertad de la humanidad.
¡Por Isis!
tiene una cara de conquistador exiliado que asusta... bueno, no tanto, pero es curioso, como que se chupe su propia cola... ugh
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