Los creadores de este nuevo timo definen esta pulsera con frases tales como “Power Balance es un holograma en el que se han incrustado frecuencias naturales halladas en la naturaleza” o "un holograma de MYLAR en el que ha sido almacenada una frecuencia de materiales naturales conocidos por sus efectos beneficiosos para nuestro cuerpo". Suenan científicas y ese justamente es el anzuelo. Repasemos con un mínimo de atención estas dos citas. Un holograma es una imagen tridimensional, nada más ni nada menos. Una frecuencia es un número. Así que según los propios creadores la Power Balance es una pulsera con un trozo de plástico en el que hay grabado un número o varios, que corresponden a unas supuestas frecuencias benéficas para nuestro "campo energético". Ahí recurren, como no, a la cultura asiática para dar un toque exótico a la vez que evitar concretar con términos verdaderamente científicos.
El teórico funcionamiento es que las misteriosas frecuencias grabadas en la pulsera sincronizan con nuestro cuerpo restaurando el equilibrio. Un disparate, pues es tan sólo una imagen, tridimensional, más solo eso, una imagen. Para hacer eso debería generar ondas con esas frecuencias benéficas, pero entonces harían algo más que el efecto placebo buscado. En definitiva sus bases científicas son tan sólidas como las de las estampas de santos, que son imágenes bidimensionales de personas bondadosas. Además son más baratas que las dichosas pulseras. Yo por mi parte prefiero llevar una foto de mi maestro y líder en la cartera. No sincroniza mi aura ni mi campo energético pero sí me inspira a seguir luchando por un mundo mejor.
¡Sir Edward Holst volverá pronto!, Ellen Blackmoon
Ellen es la única inteligente de este universo!
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