sábado, septiembre 11, 2010

Feria del Cómic de Las Pedroñeras Capítulo IV

Terminada la Feria, pues el domingo los stands estarían cerrados y tan sólo abrirían las exposiciones fuimos a cenar al restaurante Castilla donde nos atendió un camarero que hablaba un dialecto de Mordor en el que de vez en cuando incluía alguna palabra en castellano. No nos sorprendió que atendiera nuestros pedidos a su manera. El café decidimos tomarlo en la parte de bar tras ver que llamar su atención era una misión harto complicada. Mientras íbamos de vuelta al hotel Triguero nos recomendó un par de sitios que podíamos visitar a la mañana siguiente con todo lujo de detalles, uno era un pueblo con un castillo.
Por la mañana del domingo después de tomar el pack completo: café con leche, zumo de naranja y UN churro.

Al día siguiente tras desayunar en la churrería decidimos ir a ver el castillo pero había un pequeño problema, ninguno de los tres recordaba el nombre del pueblo, a lo más que llegábamos era a que empezaba por B o V, estaba a unos 9 kilómetros y tenía un castillo. Con esa premisa empezó una aventura. XD

¡Por Isis!

1 comentario:

  1. Adolfo, machiño... ¡déjate barba!

    ¡Ese es un Rob Larroca creíble!, sí señor, con esa barba puede uno rallar queso o lo que se le ponga por delante...

    Ahora en serio: barba ya. No hay discusión posible. Te da un aire de tío duro e intelectual sumamente verosimil. Sin barba pareces un pitufo friki..., pero con esa barbucha de tres días tipo soy más malo que Punisher y os vais a cagar estás mucho más macho... (y basta de mariconadas)

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