Durante décadas se ha propuesto desde los salones llenos de telarañas de la ciencia oficial la teoría de cuerdas para unificar las contradictorias teorías que "rigen" el cosmos, aunque más bien parecen una comunidad de vecinos mal avenidos incapaces de ponerse de acuerdo. Pues bien, entre la horda de científicos que vive de la teoría del caos, algunos propusieron una forma de demostrarla. Sí, hablamos de una teoría científica, que no ha sido probada experimentalmente. Pues bien, esa forma consistía en buscar micro agujeros negros al chocar dos protones a energías descomunales. El LHC, pináculo de la tecnología contemporánea fue el lugar elegido, el único capaz de reunir las condiciones necesarias para el ensayo. El resultado ha sido un fracaso absoluto. Ni micro agujeros negros ni dimensiones extra ( las que hace referencia Hawking en su nuevo libro). Brindo desde Zarmina sabiendo que el universo se rige por mecanismos y leyes más enigmáticos e impredecibles, que requieren unas matemáticas superiores a las nuestras y unas mentes abiertas a lo desconocido.
¡Por Isis!
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