Recibo con satisfacción en este planeta dotado de vida inteligente y refinada, bautizado como Zarmina por los científicos, la noticia de la exitosa incursión de la bella y glamurosa Lady Atalanta en el refugio berlinés donde se ocultan las víboras grises. Espero con ganas tanto la información que ha recopilado como los efectos de las "sorpresas" que ha tenido a bien dejarles. Celebro esta magnífica victoria sobre las fuerzas de las tinieblas con una imagen singular, una prueba viviente de que el mundo alberga más misterios y maravillas de los que puedan soñar los académicos. Una vaca china con un cuerno extra de veinte centímetros desafía nuestras torpes preconcepciones sobre su especie y otras. Si una maravilla como esta puede darse de forma espontánea convirtiendo una humilde granja en un centro de atracción turística no cabe más que preguntarse que otros especímenes podremos encontrar en ese sector económico tan castigado por las sucesivas reconversiones, quizás sean la clave para la subsistencia digna de sus dueños.
¡Por Isis!
Esstooo...
ResponderEliminarNo pillo el acrónimo. La uni-vaca..., y aparece una vaca. No dos, ni tres, sino una. Supongo que por eso la llaman la uni-vaca: UNA-vaca.
¿Será por "uni-cornio"?
La paradoja es que el unicornio tenía – precisamente – un cuerno. Esta vaca tiene tres...
Es un ejemplar úni-co que desafía las ideas pacatas de la Cienca Oficial y un claro indicio de la existencia del Unicornio.
ResponderEliminar¡Por Isis!
¡Esta vaca tiene un perchero en la cabeza!
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