Empiezo comentando las otras cosas a las que hago referencia en el título de esta entrada, es un popurrí ecléctico de sucesos que siguen el patrón detectado por la antropóloga pop. Un cocodrilo naranja, un río que se vuelve verde, 40.000 cangrejos aparecen muertos en playas inglesas, más pájaros caen del cielo en Kentucky y Tejas...Además, si no fuera ya suficiente para preocuparse, tenemos inundaciones en Australia y España, que evocan al diluvio universal. Han dejado ciudades incomunicadas y en el caso australiano han desencadenado una plaga mortal de serpientes venenosas y cocodrilos, y no me extrañaría nada que alguno fuera naranja. Los científicos oficiales, a sueldo de mi antigua organización, están haciendo contención de daños de forma poco inspirada. Quieren convencernos de que son acontecimientos rutinarios, sin mayor importancia. Es una burda patraña. Tal y como ha dicho el Maestro, es una estratagema para sojuzgarnos. Debemos luchar para conservar nuestra frágil libertad. No podemos delegar en los inútiles que afirman gobernarnos. Son títeres de los bancos y las agencias de calificación. Como líder y fundadora de los Hijos del Nuevo Mundo he tomado la iniciativa y estoy rastreando los puntos de origen de estos ataques aparentemente aleatorios para hacer frente a nuestros enemigos digitales.
¡Por el Nuevo Mundo!, Ellen Blackmoon
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