lunes, abril 25, 2011

Operación Kraken: Bicefalia = Fracaso

La patética oposición que presenta la decadente humanidad está dirigida por dos criaturas que sólo comparten dos aspectos, el enemigo, nuestra superior cultura, y su mediocridad, que los ha condenado de antemano a una derrota humillante y dolorosa. Patrick Von Steiner es un timador alocado sin vergüenza. Ellen Blackmoon es una fanática con trastornos obsesivos que van desde el orden a su adorado ( y prisionero) Maestro, al que idolatra de forma absurda. Verles intentar dar forma a un plan de batalla es un espectáculo risible, ni siquiera se han dado cuenta de que les estamos observando tan de cerca que hemos podido obtener la foto que encabeza este post. Podríamos poner fin a la miserable charada que son sus vidas pero preferimos que pasen por todas las etapas de gozoso ( para nosotros) sufrimiento ( para ellos) que les tenemos preparadas. Sólo a unos mendrugos se les podía ocurrir que tener dos líderes pudiera ser una buena idea.

La Humanidad está condenada.

3 comentarios:

  1. Esto... pues para ser una civilización tan jodidamente superior hay que decir que sois unos fotógrafos de mierda. Las cabezas están 50 cm más arriba. Uhhh... Una civilización superior ha sido capaz de sacar una foto de las manos... !Que emocionante¡, ¡¡Que alguien los contrate para Vogue ya!!

    Aunque con suerte los grises pensarán que esa es nuestra cabeza: ¡Oh no, Dios mío, están apuntando a la entrepierna (quiero decir cabeza) de Patrick Von Steiner! ¡Patrick, pon la cabeza-entrepierna a cubierto! (me consta que Patrick preferiría que le volasen la cabeza-cabeza, y no la cabeza-entrepierna)

    ¿Qué tendrán estos grises en sus cabezas (entrepiernas)?

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  2. Tanta peste contra la unión de dos figuras tan señaladas... ni que estuviera firmado por Alfonso Rueda.

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  3. Conocemos de sobra dónde tienen sus atrofiados cerebros los lamentables líderes de los Hijos de Delos, el propósito de esta fotografía era demostrar lo cerca que podía llegar uno de nuestros agentes sin que ese dúo de anormales se diera cuenta. Aparte, sus manos hablan tanto de ellos como sus rostros. Debilidad, cabezonería y por encima de todo una incapacidad crónica para asumir la realidad.

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