Sirva esta composición audiovisual de sentido homenaje a mi amigo y Maestro, Sir Edward Holst. Sin cadáver no hemos podido celebrar un entierro propiamente dicho pero también nos deja una duda, una posibilidad por mínima que sea de que siga vivo. Podría agarrarme a esa esperanza pero sé que él no lo querría, debo seguir adelante y mantener vivo su legado. Quiero que si vuelve algún día se encuentre conque su Utopía es una realidad tangible. Por todo lo anterior su "tumba" es un lugar meramente simbólico, sin nombre, que nos servirá de permanente recuerdo a los miembros de los Hijos del Nuevo Mundo, una motivación constante para luchar contra los enemigos del Progreso y la Libertad. En la segunda parte hablaré de sus últimas voluntades, que tendrán un efecto directo en el enfrentamiento con los Grises.
miércoles, mayo 11, 2011
El legado de Sir Edward Holst Parte I
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