Operación Kraken: El sacrificio definitivo

¡Jamás te olvidaré!

La noticia, manipulada por los Grises de la forma más miserable, ha sido confirmada y completada por fuentes más solventes. Habéis escuchado sus mentiras e injurias, su bilis convertida en palabras cargadas de odio, ahora podréis contrastarlas con mi versión, no puedo ni quiero ser objetiva. Tengo todo el derecho del mundo de dejarme llevar por mis sentimientos y voy a usarlo.

Mi amigo y Maestro, creador de la primera Utopía real, Sir Edward Holst fue despojado de sus derechos como embajador de la Tierra y negociador frente a los Grises. Encerrado en una celda desde la que envió su último mensaje sabía que sus anfitriones no deseaban ya una tregua sino la reconquista de nuestro planeta, alentados por los elementos más exaltados y por los científicos "húngaros". Ahí, solo, recurrió a su habilidad de viajero espaciotemporal y saltando de diferentes épocas pudo reunir las piezas necesarias para montar un artilugio de potencial devastador. Antes de activarlo ofreció una última oportunidad al diálogo para ser rechazado con risas por el propio Emperador, una criatura parasitaria que rara vez da la cara. El efecto fue inmediato, el tejido de la realidad fue desgarrado y tan sólo un inoportuno portal impidió que la plana mayor de Zeta Reticuli cayera junto a su sistema solar. Ahora su hogar, la cuna de su civilización son meros despojos, rocas deformadas y trituradas y su sol un rescoldo de lo que fue antaño.

La "nube" de la que hablaban los rumores es la forma que tienen los grises de cubrir su más humillante pérdida. Una forma tosca de ganar tiempo para poder presentar un victoria que mitigue el efecto de este golpe brutal, asestado en el corazón de su Imperio.

Mi corazón se entristece por la pérdida de un gigante, un visionario que no recibió el trato que se merecía de una humanidad ciega e ignorante. Al mismo tiempo siento un orgullo que las palabras no alcanzan a expresar por el sacrificio que ha realizado. Ha dado su vida por nosotros, para darnos una oportunidad. No podemos decepcionarle. Debemos luchar y derrotar de una vez por todas a los repugnantes grises. Una vez esté libre la Tierra será el momento de poner en práctica su Utopía y crear un Nuevo Mundo, libre de los lastres de la actual y agotada civilización.

¡Por el Nuevo Mundo!, Ellen Blackmoon