Patrick Von Steiner practicando en un receso del combate.
Los Grises, y lo que es peor, sus siervos humanos, están celebrando la victoria sin que haya terminado la batalla. Es cierto que como ya contó mi extravagante compañero estamos rodeados por sus fuerzas, encabezadas por esa monstruosidad conocida como el Levitán, pero no lo es menos que resistimos y mantenemos nuestra posición, casi sin bajas. Ellos no pueden afirmar lo mismo, lo bueno de que te ataquen en tromba es que tremendamente fácil acertar, son tantos que aunque tu puntería sea horrible a la fuerza tienes que darle a alguno. Encima los cadáveres entorpecen el avance a sus compañeros, aunque el Leviatán ha mostrado interés por comerlos. Interés que ha parado su amo, que no quiere que desvíe su atención de nosotros. Me da igual, tengo balas para todos. Que sigan viniendo. Para el Leviatán tengo algo preparado, especial para bichos hiperdesarrollados.
¡Por el Nuevo Mundo!, Ellen Blackmoon
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