Manteniendo viva la memoria de Sir Edward Holst.
Hoy volví al cementerio en el que celebramos el entierro simbólico de mi Maestro y amigo, cuyo sacrificio fue decisivo en la victoria festejada a ritmo de Lady Gaga por la Resistencia. Sentada en mi despacho, viendo cómo mi compañera y aliada Arya Darkstorm daba los últimos retoques a su nuevo cenicero sentí que debía ir, aunque sé que su cuerpo está muy lejos pero de alguna manera ese lugar tiene una conexión inmaterial con él. Hemos vencido pero, ¿lo sabrá el mundo? Ahora la Academia, nuestro antiguo hogar, está pergeñando su versión de los eventos, en la cual ellos son los responsables de la liberación de la humanidad mientras que nuestro papel queda reducido al de vulgares terroristas descerebrados. Aún habiendo ganado podemos perder, no nos lo podemos permitir, no cuando tenemos un reto tan grande por delante como es levantar el Nuevo Mundo. Plantaremos cara a las maledicencias de los académicos y construiremos una verdadera Utopía, aquí, en la Tierra, abierta a todo aquel que desee un mundo mejor y más justo. Hoy empieza una nueva etapa, llena de promesas, y no habría sido posible sin tí. Descansa en paz, Edward, tu legado pervive.
¡Por el Nuevo Mundo!, Ellen Blackmoon
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