Mientras Ellen Blackmoon reflexionaba sobre el catastrófico devenir de los mercados en este tórrido mes, presas apetecibles de los despiadados especuladores, yo surcaba los mares a bordo de la nave espacial, rescatada de los lechos marinos y puesta a punto con la tecnología de Delos. Su origen más probable es una colonia cercana de nuestros creadores, lo que les haría a sus tripulantes originales primos nuestros. Está claramente concebida para ser pilotada por ser humanoides y soporta presiones inmensas sin dar el menor síntoma de fatiga. Mas mis actividades recientes no se han limitado a la parte más azul del planeta sino que también viví una singular aventura en una librería de segunda mano que podéis leer en el número 4 de la revista Xprésate, disponible en papel en los bares más selectos de Santiago de Compostela y en pdf en el este enlace.
¡Por Isis!
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