La torpe y caduca Academia ha salido de la inactividad en la que se había sumido recientemente para iniciar un nuevo e indigno plan. Como ya desveló su antigua colaboradora pretende restaurar el sistema feudal, bajo el pretexto de solventar la espantosa crisis económica. No me sorprende dado la clase de gente que ocupa los puestos más elevados de esa siniestra organización, añoran los privilegios de la nobleza, la jerarquía de clases rígida en la que uno no puede aspirar a ser más que sus padres. Dentro de sus muros mantienen todos lo ritos y costumbres de los tiempos en que la humanidad se dividía en señores y vasallos, y ahora quieren que volvamos a regirnos por esas reglas. Habrá que presentar batalla para impedir esta funesta conjura. La Edad Media sólo tiene cabida en la actualidad en las ferias y en las partidas de rol en vivo. Si añoran el poder romper lanzas con sus colegas y dar órdenes a los labriegos ya saben dónde apuntarse, aunque bien podrían organizar tales eventos en esas criptas a las que llaman centros del saber y que acumulan polvo y telarañas.
¡Por Isis!
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