Las imponentes tropas de los ilustras visitantes del 11/11/11, merecidos herederos de este Universo, acudieron sin vacilar a la tramposa convocatoria del fullero suizo. Como se podía intuir el supuesto investigador de lo desconocido había plagado de trampas rastreras el escenario de la batalla. Además reunió a toda la calaña afín a sus necedades y a aliados circunstanciales, que perdieron el rumbo con la estrepitosa caída del Nuevo Mundo. Da igual. No tienen ninguna posibilidad. Morderán el polvo y su sangre correrá, volviendo rojo el suelo. Nuestra Victoria es inevitable. Quizás perdone a algún especimen interesante y lo convierta en mi esclavo particular y fuente de diversión.
Firmado, Vuestro Superior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario