Contemplad el Portal, ahí es donde dará comienzo nuestro viaje. Sólo ojos avezados como los nuestros pueden reconocer su auténtica valía y propósito. Como este hay muchos más, escondidos a plena vista, camuflados como estatuas o conjuntos arquitectónicos. Se llevan erigiendo desde el principio de los tiempos, para permitir el viaje entre dimensiones. Dan la seguridad de no sólo haber sido diseñados con tal fin sino el de haber sido usados en numerosas ocasiones con éxito, pues los fallidos son destruidos ipso facto por su propio fracaso.
¡Por Isis!
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