Suizo tenía que ser, espero que tenga alguna excusa vagamente creíble para llegar tarde. También tengo que reconocer que parte de la culpa recae sobre mis hombros, por fiarme de la palabra de un feriante que emplea juguetes en su parque temático. Creo que jamás conseguiré reponerme del todo de la visita guiada que tuvo el "honor" de hacer, repelús y escalofríos sólo empiezan a describir lo que sentí en aquella casa convertida en "museo". Contemplar todas sus teorías expuestas en figuras, murales, vídeos... es algo que reservo a mis peores enemigos. Me agarro a ese reconfortante pensamiento mientras planeo con mi fiel guerrera el tratamiento que le vamos a aplicar a la Academia. Donde las dan las toman.
¡Por el Nuevo Mundo!, Ellen Blackmoon.
No hay comentarios:
Publicar un comentario