Por fin hemos recibido un mensaje de nuestros compañeros desparecidos en el portal del lago de As Pontes y ha sido de una forma realmente curiosa, como no podía ser menos tratándose de este oasis del pensamiento heterodoxo. Estaba meditando junto a mis compañeras tecnomagas en el despacho de la antropóloga pop cuando notamos que una de sus mascotas, un caracol para ser más exactos, se comportaba de forma inusual. Al principio no entendimos que le pasaba, pero al prestarle más atención a sus movimientos, parecía estar comunicando un mensaje en morse. Sin perder un segundo tomamos nota y lo desciframos. Era un SOS enviado por la dueña del despacho. Su situación es crítica, tras sobrevivir a duras penas a la encerrona de la Academia han alcanzado la ciudad submarina en la que retienen a Patrick Von Steiner, pero superados en número y con las reservas bajo mínimos no pueden ni liberarle ni volver en busca de refuerzos. El método que han empleado para comunicarse es una prueba de su desesperación, puesto que han recurrido a una técnica ideada por el ocultista Jacques Benoit a mediados del siglo XIX que emplea caracoles para crear una red de telégrafos. Adaptada por el suizo y Carman Corrigan al código morse es un sistema reservado para casos de extrema necesidad como el presente. Me dispongo a preparar un grupo de rescate. Primero tendremos que lidiar con los académicos que vigilan el lago y el portal que se halla en su interior.
¡Por Isis!, Gwen Marsters
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