Al sur de Polonia un grupo de arqueólogos ha hallado una tumba de vampiros. Datada en torno a los siglos XVI o XVII, la ausencia de adornos como joyas o hebillas y la colocación de la cabeza entre las piernas son señales claras de que estamos ante un rito “antywampiryczny”, es decir, anti vampiros. Su propósito era asegurarse que las criaturas de la noche no volvieran a levantarse de sus frías tumbas y siguieran sembrando el terror. Ahora este tipo de rituales es visto con desconfianza o como algo ridículo, mas salvó a muchos inocentes de caer bajo los colmillos de algún chupasangres. Mis indagaciones sobre el tema me llevaron a descubrir cómo la Academia acogió entre sus filas a no pocos vampiros, librándolos de la merecida decapitación, a cambio de compartir sus saberes ocultos. Por eso esta noticia es relevante, los vampiros son reales y suponen una amenaza en la actualidad, al igual que lo fueron en los siglos XVI y XVII.
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