El verano ha llegado y con el cambio de estación, ha caído sobre nosotros una ola de calor implacable que pone a prueba nuestra resolución y resistencia. Cuando lo que pide el cuerpo es remojarse en una playa o piscina, investigar se vuelve un reto todavía más meritorio que de costumbre. Mas no debemos ceder y, si bien es lógico bajar el ritmo, no podemos bajar los brazos. El Mal no descansa, podéis estar seguros que la Academia no desaprovecha un sólo día para ocultar o destruir cualquier prueba que ponga en duda sus anticuados axiomas. Por eso comparto con vosotros esta canción de Anna Tsuchiya, una necesaria bocanada de aire fresco con la que mantener a raya el sudor y seguir luchando por sacar a la luz la Verdad.
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