Tal y como sospechábamos hay académicos en estas instalaciones, no fue difícil convencer a los empleados de La Guadaña para que soltaran la información, con nombre, apellidos y especialidad. Se trata de un grupo especializado en control de plagas. Hay uno encada instalación y están compuestos por académicos de bajo nivel. Su labor consiste en desarrollar un antídoto para la Pandemia Blanca o en su defecto una protección temporal. A cambio, la Academia restablece su relación con los Grises, con todo lo que ello conlleva. Llegar junto a ellos fue más complicado, aunque una vez eliminamos a sus guardias, un hatajo de bichos repugnantes que disparaban tela de araña por unos orificios llenos de dientes, se rindieron.
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Lo más interesante vino cuando interrogamos a los académicos y estudiamos su equipo. De lo primero se ocupó Janet Calvin, mientras que yo le daba acceso a la red informático a Gwen Marsters. Ellos no sabían gran cosa y sólo estaban preocupados por salvar el pellejo, sus ordenadores en cambio nos dieron información valiosa. Todas las instalaciones están conectadas, intercambiando información, pero un nodo de esta red sólo recopila información y parece monitorizar al resto. Cuando nos centramos en él, descubrimos que no está en la Tierra, sino que sigue una órbita geoestacionaria. Creemos que se trata de una nave y que La Guadaña está a bordo. Con la red expuesta, nuestro enemigo se verá obligado a mover pieza. Estaremos atentos a su jugada.
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