Pin-up de Alberto Aguado
Tras desvelar la identidad del equipo de reconocimiento de La Guadaña, no han tardado en reaccionar sus aliados terrestres. Si no era suficientemente rastrero y lamentable ofrecerle apoyo técnico para montar su red laboratorios, ahora también ejercen de matones a domicilio. Ayer recibí la visita de un soldado del Séptimo Escuadrón de la Legión Ilustrada, un individuo tremendamente hirsuto y carente de la menor educación. Gruñó las habituales amenazas y empleó metáforas crudas para describir lo que pasará si no guardo silencio en lo que respecta a La Guadaña y sus tropas. Ya he sido prisionero de académicos, grises y otras criaturas malévolas. No pienso callarme porque un licántropo me enseñe los colmillos. Al contrario, ha despejado cualquier duda razonable sobre la reiterada traición de la Academia a la humanidad. Podemos esperar enfrentarnos en el campo de batalla una vez más a la recurrente pareja formada por Academia y Grises. Tras escucharle durante más tiempo del que se merecía, le enviamos de vuelta a sus jefes con nuestra respuesta, una canción que improvisé ante esa bestia, algo que no pareció cogerle del todo por sorpresa. Parece que me van conociendo tras tantos años.
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